Con frecuencia hablamos de los grandes retos ambientales, sociales y económicos que trae el cambio climático. Los efectos de este fenómeno son muchos y no es posible predecirlos todos, pero sabemos que no estamos haciendo lo suficiente para prevenirlos o detenerlos.
Lo que pocas veces se menciona es que algunas empresas están aprovechando este momento de incertidumbre y transición para hacer dinero. Esto es lo que postula el autor McKenzie Funk en su libro Windfall: The Booming Business of Global Warming. Este fue publicado en 2014 e identifica tres efectos sistémicos del cambio climático, así como a las empresas que están aprovechando la oportunidad monetaria.
Los efectos señalados por Funk son: deshielo de glaciares y casquetes polares, sequías y desertificación e inundaciones causadas por el crecimiento de los océanos. Todo esto traerá malas noiticias a la mayoría de las organizaciones y a la población en general, pero no a algunos jugadores clave.
Según dijo Funk en una entrevista con Sustainable Brands: «no puedo pensar en ningún ejemplo en sistemas humanos o naturales en el que la disrupción haya sido 100% mala para todos los afectados. Pero eso es diferente a decir que es un juego de suma cero. El cambio climático está produciendo mucho más perdedores que ganadores y mayores pérdidas que ganancias.» El autor también señala que el cambio climático hace más grande la brecha entre «quienes tienen y quienes no tienen».
Aquí tres de las empresas que son señaladas por Funk como las que se están beneficiando de la situación.
Alcoa:
Es bien sabido que empresas como Chevron y Shell tienen la vista puesta en en ártico como una nueva opción para encontrar yacimientos de pertróleo, pero no son las únicas. La compañía de aluminio Alcoa ha anunciado planes de construir un gran fundidor de aluminio en la zona, usando como energía el hielo derretido. Esto llevaría industrialización a un área que continúa salvaje y alejada de las manos del hombre, pero la empresa considera que es una buena jugada para toda la industria del aluminio.
Monsanto:
Junto con otras como BASF y Goldman Sachs, esta compañía se está preparando para las sequías y fallas en los cultivos. Mientras que unas lo hacen comprando grandes terrenos agrícolas, Monsanto ha registrado miles de patentes para semillas, acaparando así el mercado de los alimentos genéticamente modificados.
Dutch Docklands
Esta firma holandesa de arquitectura ve en el aumento en los niveles oceánicos una oportunidad y está vendiendo su conocimiento sobre manejo de inundiaciones a ciudades en el nivel del mar que se ven amenazadas, con proyectos de ciudades flotantes.
Aunque la estrategia de estas empresas puede parecer inteligente, Funk afirma que lo que realmente creará prosperidad es intentar revertir los efectos del fenómeno climático: «No creo que haya más ganancias en el desastre y eso se demuestra si vemos a dónde se está yendo la mayoría del dinero (…) La mayoría del dinero inteligente está yendo a teconogías verdes que ayudarán a hacer más lento el calentamiento.»