Por: Emilio Guerra Díaz
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer una nueva edición de la Cuenta Satelital de Instituciones Sin Fines de Lucro (ISFL) para el año 2013, con base de comparación con la información que obtuvo en el primer estudio realizado en 2008.
El INEGI en este estudio incluye a todas las organizaciones sin ánimo de lucro, no solo las filantrópicas, sino también, vecinales, religiosas, gremiales, políticas, etc. Por ello es necesario subrayar que esta no es una estadística donde sólo se expongan datos del sector filantrópico.
Después de esta acotación, los datos respecto al estado del voluntariado son:
- El valor económico del trabajo voluntario de las ISFL privadas fue equivalente a 57 mil 529 millones de pesos (corrientes de ese año)
- En 2013 del total de personas que prestaron servicio voluntario el 51.7% fueron mujeres y 48.3% hombres
- Por actividad el objeto social que más voluntarios ocupa en comparación con el personal remunerado es la Religión (85.9% voluntarios contra 14.1% remunerados); Asociaciones y Sindicatos (76.5% voluntarios contra 23.5% remunerados); Servicios Sociales (75.4% voluntarios contra 24.6% remunerado); Salud (72.9% voluntarios contra 27.1% remunerados); Otros Grupos (68.3 voluntarios contra 31.7%); Cultura y Recreación 55.9% voluntarios contra 44.1% remunerado), Desarrollo y Vivienda 37.2% voluntarios contra 62.8% remunerados); Derechos, Promoción y Política (31.6% voluntarios contra 68.4%) y Enseñanza e Investigación (9.2% voluntarios contra 90.8% remunerado).
- En comparación con los datos del 2008 y 2013 la aportación voluntaria al Producto Interno Bruto decreció en 0.6%,
- El número de voluntarios que participaron en las ISFL fue de 1 millón 379 mil personas, de las cuales 89.1% lo hizo en organismos privados
Pese a estos datos, podemos afirmar, grosso modo, que el voluntariado en México no ha crecido. Pero ¿A que se debe esa situación? Varias son las respuestas entre las que se pueden destacar:
Falta un Sistema Nacional de Voluntariado en el que confluya una política pública de fomento al Voluntariado, el Estado no se ve a si mismo como un promotor activo. No hay un organismo público que aglutine los esfuerzos de voluntariados de dependencias públicas, como el hoy difunto Voluntariado Nacional que desapareció en la Administración de Ernesto Zedillo. Por otro lado, pese a que existen voluntariado públicos muy activos, participativos y efectivos como el de la Secretaría de la Defensa Nacional, falta visibilizar su contribución.
La Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Desarrollo Social han venido impulsando encuentros, diálogos y acciones, pero requieren mayor apoyo de la administración pública federal.
Es urgente situar en las organizaciones sin fines de lucro la necesidad de que gerencien a sus voluntariados de manera profesional para que sepan convocar y retener voluntarios. Miles de organizaciones nacieron de un impulso voluntario, luego avanzan algunos pasos en su desarrollo institucional pero se olvidan de convocar a nuevos voluntarios.
Las escuelas y universidades pueden contribuir a expandir aún más la cultura de donación de tiempo por parte de padres, madres, tutores y miembros de la comunidad.
Como se observa en los datos reportados por el INEGI, las iglesias están jugando un importante papel de captación de voluntarios pero empíricamente se puede afirmar que la contribución de su servicio se da de manera individual primordialmente sin que al seno de las iglesias se constituyan grupos voluntarios que trabajen en equipo. Es decir, también requieren administrar profesionalmente a sus voluntariados.
En lo que respecta a las empresas que han arribado a constituir sus propios programas corporativos de voluntariado, se requiere que afinen sus estrategias y den mayor profundidad a sus acciones. Hay ciertas confusiones sobre si realizar jornadas de voluntariado constituye un programa formal. El voluntariado no debe ser un fin para que la empresa presuma sus acciones de vinculación con la comunidad. Persiste el impulso de invertir más presupuesto en el publirreportaje que en el programa en sí.
Respecto al voluntariado juvenil este es pujante, vigoroso y fuente de innovación, sin embargo las iniciativas no reciben recursos económicos de dependencia pública alguna para conformar y desarrollar un voluntariado. Los jóvenes se organizan en asociaciones, colectivos y comités que pueden llegar a formalizarse, pero requieren de diversos apoyos como los que brinda el Instituto Nacional de la Juventud, pero se requiere aún más de otros recursos.
Ante estas carencias cobra sentido y valor el trabajo que viene realizando la Alianza Mexicana de Voluntariado, una organización de miembros (personas, empresas, OSC, investigadores, académicos, consultores, etc.) que se identifican en la necesidad de promover más voluntariado. Esta Alianza se ha planteado como misión promover el incremento de la participación de personas en voluntariados y brinda diversos servicios para alcanzar su misión institucional.
Los programas que tiene la Alianza Mexicana de Voluntariado son: 1) Fomento y promoción de la participación ciudadana, 2) Desarrollo de Habilidades de Gestión de Grupos Voluntarios, 3) Creación y desarrollo de Programas de Voluntariado Corporativo, 4) Investigación y visión estratégica sobre voluntariado, 5) Comunicación de la Acción Social Voluntaria, 6) Fomento al reconocimiento público de la contribución voluntaria y 7) Evaluación del Impacto de la Acción Social Voluntaria.
Ciudadanos trabajando
San Miguel de Allende, comunidad de voluntarios y organizaciones
Bien se pudo comprobar la intensa pasión que mueve a la comunidad de San Miguel de Allende durante el evento de Fortalecimiento Institucional que ofrecieron la alianza Fronteriza Community Foundation of Southern Arizona, los días 23 al 25 de marzo. Más de 45 personas de diversas OSC de la comunidad tuvieron la oportunidad de participar en el Seminario de Fortalecimiento Institucional para OSC de San Miguel de Allende que también apoyo Andrea Romay Pérz Directora de ONG’s del municipio.
Los asistentes recibieron los talleres: “Comunicación Intercultural”, impartida por Mary Ellen Colón; “Desarrollo e Institucionalidad de las OSC” que brindó Annette Candanedo. Andy Carey, Director de la Alianza Fronteriza impartió el tema “El Consejo Directivo que requiere tu organización”. María Laura Muñoz compartió el tema “Fundamentos para la Procuración de fondos y formulación de proyectos” y Emilio Guerra Díaz de la Alianza Mexicana de Voluntariado impartió el tema “Comunicación para la procuración de fondos” y “Como conformar un Programa de Voluntariado Institucional”. Los representantes de la OSC participantes durante las sesiones calificaron de gran valía el seminario, que les brindó herramientas para mejorar su desempeño institucional.
Nacional Monte de Piedad Incluye tema de Voluntariado
El Nacional Monte de Piedad llevó a cabo el “Curso Integral de Profesionalización de Instituciones de Asistencia Privada”, donde incluyó el tema de Voluntariado que impartió la Alianza Mexicana de Voluntariado. Los participantes recibieron información sobre los pasos básicos que requieren para iniciar su programa de voluntariado institucional.
Voluntarios apoyan la colecta anual de la Cruz Roja
Se desarrolla en pleno la colecta nacional de este año. Es necesario recordar al lector que muchas de las personas que colaboran en el boteo son voluntarias. Podemos animar a nuestros amigos y seres queridos a donar. A todos conviene una Cruz Roja Mexicana fuerte, robusta y bien equipada para tener la oportunidad de salvar vidas.
Emilio Guerra Díaz Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.