Empresas, gobiernos y organizaciones de todo el mundo pueden crear cientos de esfuerzos para impulsar el desarrollo social, pero es muy probable que sus acciones tendrían muy poco impacto sin ayuda de las nuevas generaciones. Afortunadamente los jóvenes también se están poniendo las pilas y muchos de ellos ya han comenzado a generar proyectos que benefician enormemente a sus comunidades desde distintos frentes.
La revista Expansión lanzó recientemente un listado de 30 promesas jóvenes cuyo talento ha comenzado a transformar a México y a continuación hemos retomado algunas historias que también constituyen un gran ejemplo de compromiso social ¿quieres conocerlas?
1. Scot Munguía, 25 años
Hace tres años Sergio comenzó a experimentar con el hueso de aguacate en un laboratorio de Instituto Tecnológico de Monterrey, con el fin de crear un bioplástico fabricado íntegramente de residuos, en lugar de alimentos como la papa y el maíz.
Siete mees después, finalmente lo consiguió y fue entonces cuando nació Biofase, una empresa dedicada al desarrollo de tecnología en plásticos biodegradables que en 2014 recibió el Cleantech Challenge México, reconocimiento que se suma a la lista de más de 11 galardones que incluyen el Premio al Estudiante Innovador en la categoría de responsabilidad social otorgado por la Entrepreneur Organization y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
2. Martha Vaca, 28 años
Cuando Martha tenía apenas 10 años de edad fue testigo de una experiencia que cambió el curso de su vida. «El socio de mi papá lo defraudó», recuerda y asegura que esto fue lo que la llevó a especializarse en ética corporativa.
A sus 22 años creó una de las dos metodologías de evaluación de sustentabilidad empresarial del IPC sustentable y hoy es socia de Delphi Consulting an Advisory Firm, una consultora de gobierno corporativo que se encarga de medir las buenas prácticas de las emisoras de la BMV.
3. Raúl Hernandez. 27 años
Más 1.1 millones de personas en México no cuentan con acceso a servicios de electricidad de acuerdo con cifras del Banco Mundial obtenidas entre 2010 y 2014. Este es el grupo de personas a las que Raúl Hernandez pretende llegar a través de una nueva batería portátil que aún se encuentra en desarrollo.
Su investigación se basa en crear una estructura electrónica de moléculas polinucleares con el objetivo de materializar una batería de flujo y dar energía a gran escala para poder trasladarla a comunidades aisladas.
4. Dina Buchbinder, 32 años
Cuando Dina aseguró que se dedicaría a la educación integral de las nuevas generaciones al graduarse en el ITAM en 2007, nadie de sus amigos pareció creerle; sin embargo ocho años después es directora de Deportes para Compartir, un programa social que ha captado la atención de participantes del Foro Económico Mundial en Davos y del presidente Enrique Peña Nieto.
El programa se basa en los ocho objetivos del milenio de la ONU como equidad de género y erradicación de la pobreza para darle un sentido social a los juegos cotidianos de los niños y hacerlos reflexionar sobre su rol en la comunidad en la que se desarrollan.
5. Cristobal García Jaimes, 19 años
Este joven indígena cuitlauteca es estudiante de física en la Universidad Nacional Autónoma de México y ganador del Premio Nacional de la Juventud 2014 en Ciencia y Tecnología, y está convencido de que por cada niño que estudia puede haber un soldado menos del narco.
«En secundaria comencé a participar en concursos (…) ahora en mi asociación civil, Ciencia sin Fronteras, me dedico a la divulgación de la ciencia. Si el próximo niño genio está en alguna sierra o un pueblo, quiero ir por él», asegura para la revista Expansión.
6. Rafael Salas, 29 años
En México, 10 millones de familias tienen rezago habitacional y paras Rafael Salas esto se ha convertido en una oportunidad de generar un impacto positivo para su comunidad.
A través de Cilforsa esto podría ser posible, ya que se trata de una compañía dedicada a la construcción ecológica mediante botellas reutilizadas de PET. Salas tiene la patente de una máquina que rellena estos envases con tierra y la primera de estas construcciones en México fue realizada previo a la creación de la compañía en colaboración con la colombiana Ingrid Vaca Diez, quien desarrolló el sistema en Sudamérica y posteriormente se alió con Salas para dar vida a la primera casa en Tlaxcala.
7. Erick Rodrigo Zamudio, 22 años
¿Imaginas que cada vez que pedaleas pudieras almacenar energía en un dispositivo y llevarla a donde quieras? Erick Zamudio pudo hacerlo posible en 2014 cuando lanzó su proyecto NeverPause, una firma que desarrolló un sistema de almacenamiento de energía que funciona a través de una bicicleta.
El plan es instalar este sistema en las 6,500 bicicletas que se comparten a través del sistema Ecobici en la Ciudad de México y las primeras pruebas ya están listas.
8. Dulce María Martinez, 36 años
En 2009, Dulce visitó una maquiladora en Yucatán en la que laboraban mujeres de entre 20 y 25 años expertas en textiles, diseño e iconografía. «Pasaban horas pegando resortes de ropa interior femenina», recuerda.
Así fue como nació Fabrica Social, una escuela itinerante dedicada a desarrollar las habilidades de las artesanas a través de talleres de administración y comercio justo. Además, la empresa ha conseguido incrementar el ingreso promedio de las trabajadoras por hora de entre 3 y 18 pesos a un aproximado de entre 25 y 38 pesos.
9. Gerardo Portney, 21 años
Gerardo es un hombre que desde los 16 años ha trabajado fuerte a favor de la equidad de género. Su lucha comenzó cuando vio un juego de fútbol con balón rosa con el objetivo de combatir el cáncer de mama. «Esto me motivó a recaudar fondos. junté 1.5 millones de pesos para adquirir prótesis y hacer cirugías», escribió en Expansión.
Fue así como Pink Life Againist Brest Cancer tomó forma como su primera asociación civil en 2012, añño en el que también se unió al grupo de filantropía Nexos.
Para 2014, Gerardo había fundado también Young Men 4 Gender Equality, una red de jóvenes provenientes de 51 países que trabajan juntos por la equidad y apoyó por nueve meses la campaña He for She colaborando incluso en la presentación de su embajadora Emma Watson.
«No soy una promesa, las promesas son las personas por las que trabajo», asegura.
10. Tenoch Gonzalez, 32 años
El uso que sus sobrinas de 8 y 12 años hacen de las redes sociales alertó a Tenoch sobre la necesidad de generar herramientas que permitieran a los adultos monitorear la actividad de los niños en internet a fin de prevenir problemas comunes como el acoso escolar, por lo que creó Sparky.
Esta aplicación diseñada para teléfonos móviles genera alertas basadas en el lenguaje de las publicaciones detectando aquellos mensajes violentos o con intenciones sexuales. El plan es llegar a 100,000 usuarios en México y la aplicación estará disponible este año.
11. Daniel Gómez Iñiguez, 24 años
Tras un año de investigación y trabajo constante, Daniel logró convertir desechos orgánicos en biodiesel y creó Soluciones en Bioenergía (Solben), la primera planta dedicada al desarrollo de biocombustibles a partir de tecnología mexicana. Entonces tenía sólo 17 años de edad.
Hoy Solben cuenta con 18 plantas en 13 estados del país y ha vendido tecnología patentada a diferentes compañías privadas con el objetivo de transformar sus desechos orgánicos en biodiesel.
12. Alberto Irezabal, 30 años
Los primeros retos que Alberto tuvo que enfrentar con la creación de la cooperativa de café u miel orgánicos Yomol A’tel fueron lidiar con los intermediarios y el coyotaje que fija el precio del café y la imposición del precio en la Bolsa de Nueva York. «Era injusto que los productores sufrieran un precio fijado en un lugar que nada tenía que ver con ellos», declaró a la revista Expansión. La solución fue apostar a la calidad.
Los cooperativistas fundaron la Escuela de Café, que tiene la planta de tostado y molienda con la que iniciaron la comercialización y buscaron un mercado dispuesto a pagar un precio justo. Para 2009, la multinacional Grupo ZenSho quiso que la cooperativa fuera uno de sus proveedores y para 2011, estaban exportando los primeros 200 kilos de café. Hoy envían más de 10,000 mensuales al extranjero.
De acuerdo con información de Expansión, entre producir café molido de alta calidad, vender a una multinacional y crear un fondo de ahorro preventivo, Daniel se queda con un logro: Conseguir que el mercado se ajuste al ritmo de las comunidades de productores indígenas y no al contrario.