Obesidad vía Shutterstock[/caption]
El sedentarismo ocasionado por el uso excesivo de la computadora y TV pueden favorecer obesidad.
Un estudio revela que los niños que permanecen más tiempo sentados frente a la computadora o la televisión durante muchas horas tienen más altas probabilidades de desarrollar obesidad.
La investigación Actividad Física, Tiempo de Sedentarismo y Obesidad en una Muestra Internacional de Menores concluye que la actividad física moderada y vigorosa ayuda a prevenir la obesidad infantil, mientras que el sedentarismo le abre la puerta.
Especialistas del Pennington Biomedical Research Center, de Estados Unidos, analizaron los hábitos físicos y el peso de seis mil 539 niños de entre nueve y 11 años provenientes de Australia, Brasil, Canadá, China, Colombia, Finlandia, India, Kenya, Portugal, Sudáfrica, Gran Bretaña y Estados Unidos.
A lo largo de 15 meses, los expertos midieron el nivel de actividad física de los niños mediante un acelerómetro sujeto a la cintura, así como su índice de masa corporal y altura.
Al terminar su investigación, determinaron que, en promedio, los niños invertían 60 minutos diarios en actividades físicas moderadas, 18 minutos en ejercicios vigorosos y 513 minutos en conductas sedentarias.
Entre los niños que se mueven menos figuraron los chinos e indios, mientras que los más activos fueron los finlandeses y los kenianos. El país con una de las poblaciones infantiles más sedentarias fue Australia.
Por su parte, los varones resultaron más activos que las mujeres en promedio, pues ellos realizaban 65 minutos diarios de actividad física moderada y ellas 49.
El equipo de investigadores concluyó que los niños con obesidad fueron los que se movían menos, ya que dedicaban una mayor parte del tiempo a actividades sedentarias y muy poco al ejercicio.
De acuerdo con los autores del estudio, practicar ejercicio de moderado a vigoroso durante 55 minutos cada día ayuda a disminuir los índices obesidad infantil, sin importar el estrato social, nivel socioeconómico, raza o país de origen.
Fuente: La Crónica