Six Flags Great Adventure, de Nueva Jersey, quiere construir la mayor granja solar del estado para reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Pero antes deberán desaparecer 19 mil árboles.
El departamento de protección del medio ambiente del estado objeta el plan de Six Flags Entertainment Corp. y dice que esa construcción se adapta mejor a predios a los que alguna se vez se dio un uso industrial, de depósito o estacionamiento. Lo mismo dicen los conservacionistas, que el 4 de mayo presentaron una demanda en un intento de evitar que casi 100 acres (40 hectáreas) de tierras húmedas y hábitat de animales se conviertan en una granja solar de 21.9 megawatts.
Mientras el presidente estadounidense Barack Obama busca que el 80 por ciento de la electricidad proceda de fuentes “limpias” para 2035, los proyectos solares encuentran resistencia en los planos comunitario y medioambiental.
En Nueva Jersey, el estado más poblado de los Estados Unidos, el problema es la pérdida de espacios abiertos muy apreciados. En Massachusetts, los habitantes temen que se construya sobre una delgada capa de arcilla en terrenos rellenados. En California, preocupa el efecto de los rayos reflejados en aves y murciélagos.
“Ya se trate de un bosque talado, de un desierto o de una pradera, si lo hacemos en un hábitat que tenga algún valor ecológico, no tiene ningún sentido”, dijo Janine Blaeloch, fundadora de Western Lands Project, un grupo que tiene sede en Seattle que se opone al desarrollo de proyectos solares en terrenos públicos.
California, que tiene la mayor cantidad de energía renovable de los Estados Unidos, cumple con la disposición del gobernador demócrata Jerry Brown de obtener el 33 por ciento de la energía a partir de fuentes como la solar y la eólica para 2020. El intento de contrarrestar el cambio climático, sin embargo, tiene sus aspectos negativos.
Aves afectadas
En el desierto de Mojave, Ivanpah, la mayor planta de electricidad solar, afecta el hábitat de una tortuga y quema aves como consecuencia del uso de espejos. En una escala mayor, dado que la Comisión de Energía de California considera una planificación renovable para la región, algunos gobiernos municipales se plantean si tendrían beneficios económicos. Cartas sobre el plan de los condados de Invo y Kern mencionan posibles daños a tierras agrícolas, tribales y recreativas.
“Instamos al estado a incluir desarrollos de energía renovable solar (como los colocados en techos), geotérmica, eólica y otras de pequeña magnitud al calcular su avance en lo que respecta a cumplir con sus objetivos”, escribió el 17 de febrero a la comisión Matt Kingsley, presidente de los supervisores del condado de Invo.
Hasta los proyectos que no tienen las dimensiones de los de California pueden abundar en problemas.
En abril, funcionarios de Amherst, Massachusetts, 90 millas (145 kilómetros) al oeste de Boston, abandonó cuatro años de planificación solar. La población había reaccionado con la presentación de una demanda que sostenía que el predio de 21.5 hectáreas (53 acres) era más apto para fines recreativos.
Fuente: El Financiero