¿Cuánta salsa le pones a tus tacos?, ¿y cuántos colorantes y saborizantes tiene esa salsa? Pronto la respuesta a la segunda pregunta será más sencilla, ya que Taco Bell acaba de anunciar que para finales de 2015 eliminará colores y sabores artificiales de su menú, junto con otros ingredientes poco responsables.
El jarabe de alta fructosa, las grasas trans adicionales y el aceite de palma no sustentable también le dirán adiós a los productos de Taco Bell, en una decisión que afectará al 95% de la oferta de la cadena, pero no a sus bebidas o productos lanzados en colaboración con otras marcas. Para 2017, la empresa promete eliminar conservantes artificiales «cuando sea posible», según su comunicado de prensa.
Liz Matthews, directora de responsabilidad de la marca, también dijo (en declaraciones recogidas por AdAge) que trabajará para hacer más claros los listados de ingredientes que parecen en la página web y que se contrató a un consultor externo para estandarizar la información nutricional que provee la empresa en sus tiendas y en línea.
Todo esto es, en parte, resultado del lanzamiento de la app de Taco Bell en 2014. Esta herramienta permite a los clientes personalizar sus pedidos al hacer compras en línea, incluyendo menús altos en proteínas y opciones vegetarianas, lo cual resultó muy popular entre los consumidores, que anteriormente no estaban conscientes de la veriedad de alimentos ofrecidos.
El CEO de la empresa, Brian Niccol, afirmó que esta transformación está en línea con lo que está haciendo toda la industria: «Estamos en una misión similar a la de otros (…) para evolucionar la experiencia alimenticia de todos los días». Efectivamente, cadenas como Panera, McDonald’s y Chipotle han anunciado cambios en sus menús, tanto para proteger la salud de sus consumidores como al medio ambiente.
Este no es el primer cambio que hace Taco Bell: desde hace un tiempo redujo en un 15% el sodio en todo su menú, eliminó el menú para niños y se despidió de la azodicarbonamida y el glutamato monosódico en todos sus productos, ya que estos son ingredientes que expertos y consumidores han identificado como peligrosos para la salud.
La nueva política de la empresa demuestra que los consumidores pueden influir en la implementación de ingredientes más responsables y que toda la industria de la alimentación (es especial de la comida rápida) está sintiendo la presión de quienes están preocupados por los ingredientes artificiales, la obesidad y otros problemas de salud. Sin embargo, hay que recordar que no necesariamente ahora los productos de Taco Bell serán saludables, solo menos irresponsables.