Tan sólo en Estados Unidos la fabricación de botellas para satisfacer la demanda de agua embotellada requiere más de 1.5 millones de barriles de petróleo anualmente, cantidad suficiente para proveer de combustible a unos 100,000 automóviles durante un año.
Además, la extracción industrial del agua de sus lugares de origen puede provocar graves desequilibrios medioambientales y económicos, especialmente en países con problemas de sequía. La mayoría de las botellas están hechas de PET (polietileno tereftalato), un material que es perfectamente reciclable.
El Economista, “Consumo sustentable y redituable”, Finanzas Personales, p.17
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Me parece excelente su articulo.
Gracias.