Empleados de Accenture, American Express, AT&T, Banamex, Dow, Google, JP Morgan, IBM, Microsoft, Pfizer, P&G y Scotiabank esperan a que inicie la trigésimo séptima edición de la marcha del Orgullo Gay desde las 10 de la mañana. Van formados según los nombres de sus empresas en orden alfabético.
Al filo de la una de la tarde comienzan a caminar por la Avenida Reforma, en la Ciudad de México, a la altura del Ángel de la Independencia, para llegar al Zócalo de la Capital.
La vanguardia del contingente lleva una manta de casi tres metros de ancho en la que se lee al centro Pride Connection, el nombre de la red empresarial que promueve mejores prácticas de diversidad e inclusión, con enfoque en la comunidad Lésbico, Gay, Transexual, Bisexual (LGBT) y sus aliados. Alrededor el nombre están los logos de las 12 empresas que lo conforman de forma oficial. Google incluso modificó su logo para ponerle un arcoiris, insignia del movimiento, desde 1978.
Días antes, Emilio Puertas, coordinador de Compromiso Social e Impulsor de la red LGBTI de empleados de Banamex, y trabajador de la firma desde hace 22 años, enrollaba la manta que se ve este sábado después de un cocktail que congregó a unas 150 personas.
Esa noche reconocía que impulsar las iniciativas ha sido más fácil con la llegada de Citi, que tenía ya avances en temas de inclusión. «Fue mi idea poner la bandera del arcoiris en Reforma», dice al referirse a una imagen que se volvió viral en redes sociales. «La reacción fue muy positiva, en general», dice.
Cientos de personas, entre colaboradores de diferentes puestos y de todas las áreas, y algunos de sus familiares y amigos comienzan a caminar. Llevan camisetas con los logos de sus empresas, algunos llevan la mejilla pintada con los colores del arcoiris, otros portan gorras y algunos reparten pequeñas banderas a cualquier persona que pase.
«Cerca de 600 personas confirmaron asistencia, estimo que llegaron unas 400», dice John Murray, director ejecutivo de JP Morgan en México y que acude a las marchas del Orgullo Gay desde los 80, cuando vivía en Nueva York. «Incluso creo que salí en el New York Post».
En octubre de 2014, Scotiabank, IBM y Google comenzaron a organizarse para salir a manifestarse en la marcha del Orgullo Gay en la Ciudad de México. «Este proyecto es como mi bebé», dice Cecilia de la Vega, gerente de los programas de diversidad de IBM en México.
Hoy, Pride Connection agrupa 12 empresas. Ninguna de ellas es mexicana.
«Creo que es un aliciente saber puedes expresarte con libertad y vivir tu forma de ser de forma abierta es importante (…) Facilita el entorno laboral «, dice un ejecutivo de Google, que lleva nueve años en la firma y que acude a las marchas corporativas del Orgullo Gay desde que trabajaba para la firma en España.
Todas las firmas de Pride Connection ya tenían iniciativas internas, pero es la primera vez que colaboran en conjunto hacia el exterior. «Que las empresas marchen con sus logos es un reflejo de la cultura laboral (…) «Es una consecuencia de lo que vivimos todos los días», dice Fernando Velázquez, director de Global Field Effectiveness y líder de la red de empleados PRIDE, de American Express México.
«Este año nosotros fuimos la número uno de nuestra categoría en Súper Empresas», dice emocionado un empleado de Dow Chemicals. «Esta es una muestra del por qué».
El avance de las empresas en materia de inclusión LGBT es debido a que es parte de mostrar que son socialmente responsables, explica Alex Orue, coordinador de sección del Comité Incluyente y coordinador general de Todo Mejora México, filial del país de It Gets Better, una organización no gubernamental.
Por el número de horas que las personas dedican al trabajo, cobra sentido venir a marchar con la empresa. «La gente no sólo se mueve por el dinero en el trabajo, sino por los valores del lugar donde trabaja», dice Jorge Torres, manager en Accenture.
Algunos entrevistados coinciden en que la marcha de este año tiene mayor impacto, tanto por la postura de la Suprema Corte de Justicia de México en cuanto al matrimonio igualitario, como por el anuncio para las parejas del mismo sexo en Estados Unidos. «Marchar con tu empresa es una forma de decir que estás orgulloso y quieres que todo el mundo lo sepa», añade Torres.
«Al final, es un mito que puedas separar la vida personal del trabajo», dice Cecilia de la Vega, de IBM. «Al final se siente padre decir, no soy sólo yo, hormiguita número 200 del desfile, sino que estoy aquí con mis amigos, familiares, mi pareja, con mi jefe».
A la marcha acudieron, según estimaciones cerca de 500,000 personas. El último contingente salió a las 15 horas, aproximadamente.
Fuente: CNN Expansión