¿Te gustaría tener un teléfono inteligente de calidad hecho con los más altos principios éticos y que durara varios años?, ¿y si te dijera que además tú tendrías la capacidad de armarlo, desarmarlo y cambiar piezas? En definitva, se trata de un producto que no es para todos. La idea de un smartphone responsable es atractiva, pero lo que este conlleva puede no ir de la mano con el estilo de vida del usuario.
Un gadget durable significa gastar menos dinero y generar menos desechos, pero también decirle adiós a ser un early adopter. Significa dejar de estrenar el modelo más reciente cada año o cada seis meses, dejando atrás la emoción de abrir un nuevo aparato para después presumirlo ante los amigos y el mundo. Aún así, para muchos esto no es tan importa y ellos son los que se interesan por el Fairphone.
Hace dos años, justo cuando Apple estaba en crisis por las malas condiciones de sus trabajadores en China, se anunció la creación de un smartphone ético. Fairphone prometía ser un «móvil libre, justo y transparente», comprometido con el comercio justo y el reciclaje de electrónicos y elaborado sin usar minerales en conflicto.
En 2013, más de 25 mil personas apoyaron el proyecto comprando por adelantado sus teléfonos. Ahora son más de 60 mil los que se han vendido, y la empresa ha demostrado que es posible establecer relaciones rastreables con proveedores responsables en todo el mundo. Para quien lo dude, en la página web se puede consultar un mapa que muestra a todas las fábricas con las que tiene relación la compañía.
Ahora, según reporta Fast Company, Fairphone se prepara para lanzar su versión 2.0, la cual será totalmente diseñada por la empresa (la anterior se hacía con licencias) y tendrá relaciones de comercio justo para los componentes de estaño, tantalio, cobre, tungsteno y oro. Estas dos últimas son nuevas alianzas.
Otra innovación es que la parte trasera del teléfono es transparente y se puede abrir con facilidad, para que sus dueños cambien las partes por sí mismos. Además la pantalla es una pieza separada, por lo que si se daña puede reemplazarse sin tener que comprar otro Fairphone.
Todo esto suena muy bien pero, ¿puede ganar dinero una empresa así? Fairphone es un negocio social, propiedad de sus inversores originales y que no tiene la meta de tener ganancias millonarias. Para hacer la primera versión se valió del crowdfunding y los 25 mil teléfonos vendidos con anticipación generaron 7 millones de dólares. Para esta segunda versión, los creadores pidieron un préstamo. Para quienes lo quieran comprar con anticipación, el costo es de 525 euros, más barato que un iphone 6, que cuesta 699 euros.
Así que es posible tener un teléfono ético de alta calidad y pagar menos de lo que se pagaría por el producto de una gran empresa, ¿te animarías?
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Fairphone