El conflicto y la crisis humanitaria en Siria empuja a un número cada vez más importante de niños a trabajar en condiciones difíciles para sobrevivir, alertaron en un informe las ONG Unicef y Save The Children.
«La crisis en Siria redujo considerablemente los medios de subsistencia de las familias y empobreció a millones de hogares en la región, lo que hizo que el trabajo infantil alcanzase niveles críticos», lamentó Roger Hearn, director regional de Save The Children.
«Los niños trabajan principalmente para su subsistencia. Ya sea en Siria o en los países vecinos, donde se convirtieron en los principales actores económicos», añadió.
Según el informe publicado en Ammán, los niños en Siria contribuyen a la economía familiar de tres de cada cuatro hogares censados, y en Jordania, cerca de la mitad de niños refugiados sirios son el principal sustento de sus familias.
Los niños más vulnerables que trabajan son especialmente aquellos implicados en «a explotación sexual y las actividades ilícitas, incluida la mendicidad organizada y la trata de niños, añadió la misma fuente.
«El trabajo infantil dificulta su crecimiento y su desarrollo», señaló Peter Salama, director regional de Unicef para Oriente Medio y el Norte de África, añadiendo que los niños trabajan durante largas jornadas por un pequeño salario, a menudo en ambientes extremadamente peligrosos e insalubres.
«Estos niños son más susceptibles de abandonar la escuela, lo que se traduciría en una ‘generación perdida'».
El conflicto en Siria, que comenzó hace ya cuatro años, ha causado hasta la fecha la muerte de más de 230 mil personas y el desplazamiento de la mitad de la población.
Fuente: Reforma