Considera que, además del ahorro en tu factura de la CFE, es factible acceder a otro tipo de beneficios.
Uno de ellos deriva de la posibilidad de deducir de impuestos la inversión que realices en un sistema fotovoltaico, explica Emilio Caballero.
«La Ley de Impuesto sobre la Renta (ISR) indica la deducibilidad (de estos sistemas) al 100 por ciento.
«Aplica para las inversiones en activos fijos para la generación de energía proveniente de fuentes renovables», detalla el director de Solardec.
También se considera para los equipos de cogeneración de electricidad eficiente. Dicha exención te permitirá reducir tu base gravable en los 90 mil o 100 mil pesos que cuesta un sistema de 12 paneles, calcula Caballero.
Eso se traduciría en un ahorro en tu pago de impuestos de alrededor de 30 mil pesos. «La inversión en este tipo de activos genera en automático un ahorro en el ISR a pagar en la declaración anual», recalca.
Dejando de lado el incentivo fiscal, puedes disfrutar de otros privilegios si cumples con cierto perfil. Es el caso de los esquemas con «cero» desembolso inicial que manejan algunas empresas.
Se dirigen a clientes con la tarifa Doméstica de Alto Consumo (DAC), con facturas mensuales de más de 6 mil pesos. «Se puede hacer fácilmente un plan de arrendamiento o financiamiento para que el costo del sistema se pague con el monto de los ahorros obtenidos por cambiar a tarifa 1C», expone.
Si optas por «conectar» tu hogar al sol, elige con cuidado tanto los equipos como al instalador. Asegúrate de que los paneles, inversores, estructuras y la instalación eléctrica sean de buena calidad. Además, considera que contar con paneles no implica que puedas derrochar libremente la energía. «Hay casos en los cuales se aumenta un 20 por ciento el consumo y por esta razón no se reciben los ahorros esperados», recalca Caballero.
Fuente: Negocios Reforma