El impuesto de un peso al litro de refresco generó la pérdida de 1,700 empleos directos y 7,100 indirectos, medida que no sirvió para disminuir la obesidad en México, afirmó Jorge Terrazas, director de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC).
En cuanto a la propuesta de la Alianza por la Salud Alimentaria de incrementar aún más el gravamen para que llegue a los dos pesos, el directivo se mostró en contra de una medida como ésta, por lo que pidió una revisión de la efectividad de esta contribución.
«No descartamos sentarnos con la autoridad de manera permanente, tener un fortalecimiento de la relación institucional, en este caso con la Secretaría de Hacienda, para establecer políticas públicas que generen un juego de ganar-ganar», declaró.
En conferencia de prensa, Terrazas detalló que el sector prevé un alza en ventas de entre 0 y 1% este año, el cual no muestra avances significativos desde hace 20 años, pues en ese lapso ha avanzado siete por ciento.
«Estamos en contra de un impuesto que genera menos competitividad”, aseveró Terrazas, por lo que pidió “un mejor sistema fiscal, que no sea una carga tan alta, y que ayude y fomente el empleo».
Mismas tallas
De acuerdo con el ejecutivo, el impuesto “afectó mucho la parte económica de las empresas, pero creemos que no cumplió con el objetivo de salud con el que fue propuesto, porque solamente representó 6.2 calorías menos en la ingesta diaria”.
Incluso recordó que entre enero y diciembre del año pasado, el volumen de ventas de refrescos se contrajo 2.5 por ciento.
Además, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se aplicó a refrescos y alimentos no básicos desde enero de 2014 alcanzó, ese año, una recaudación de 31,540 millones de pesos, que sumados a los 21,380 millones de pesos de IVA a bebidas azucaradas representaron un total de 52,920 millones de pesos, recursos que no se han aplicado en acciones para prevenir la obesidad.
Es importante destacar que, según la ANPRAC, los hogares en situación de pobreza fueron los que pagaron 37.5% del total del impuesto a los refrescos; 16.8%, el nivel socioeconómico medio y 19.5% el alto.
Maniobras limitadas
Cuestionado sobre el impacto del dólar en los costos de la compañía y el poco margen con que cuenta la industria para realizar ajustes a nivel precios, debido al impuesto antes señalado, el ejecutivo reconoció que algunos insumos podrían encarecerse por las variaciones cambiarias.
Sí, siempre el tipo de cambio afecta los números de las empresas, esperemos que esto sea temporal”,aseveró.
Según datos previos dados a conocer por la Asociación Nacional de Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), las bebidas bajas en calorías, sin ellas y el agua representan 37 por ciento del mercado, contra 63 por ciento de la oferta de productos regulares, aunque ahora cuatro de cada diez bebidas que se consumen son de este tipo, por lo que la tendencia va al alza.
Fuente: Dinero en Imagen