El gigante japonés de la electrónica Toshiba anunció este miércoles la dimisión de uno de sus vicepresidentes y nuevas sanciones a 16 de sus ejecutivos, tras reconocer la semana pasada que manipuló sus cuentas durante años e infló sus beneficios en unos mil 200 millones de dólares.
El presidente interino de la compañía, Masashi Muromachi, que sustituyó en el cargo a Hisao Tanaka, implicado en el escándalo, será el que más mermada vea su retribución, al ver reducido su salario un 90 por ciento por un periodo indeterminado, pese a no haber participado en el maquillaje contable de los resultados de la empresa nipona.
Otros 15 ejecutivos verán sus sueldos reducidos entre un 20 y 60 por ciento durante tres meses.
Además, un vicepresidente de la compañía presentó su renuncia, uniéndose así a los ocho directivos que han dejado Toshiba desde que el escándalo se hizo público, entre ellos su antiguo presidente.
Un comité de investigación independiente señaló que las irregularidades contables se produjeron ininterrumpidamente durante al menos seis años -entre abril de 2008 y marzo de 2014- por «decisión de la dirección» de Toshiba.
Debido a esta anomalía, la compañía no hará públicos los resultados del presente ejercicio hasta septiembre.
Toshiba está revisando sus procedimientos internos para evitar que se reproduzcan escándalos de este tipo, y afirma que aún no ha recibido notificación oficial de la denuncia colectiva por parte de accionistas estadounidenses afectados por la publicación de resultados falsos, un escándalo que ha hecho perder a sus acciones la cuarta parte de su valor.
Fuente: Reforma
