México falla en la atención y servicios especiales para el turismo accesible o viajeros con discapacidad.
La infraestructura pública y privada en destinos y establecimientos para este tipo de viajeros es limitada.
Faltan desde rampas adecuadas para sillas de ruedas, información en hoteles y restaurantes en Braille, caminos táctiles para turistas invidentes, hasta camas y habitaciones especiales con baños adaptados, así como facilidades en playas y albercas.
Según la Organización Mundial de Turismo (OMT), estudios realizados en Estados Unidos han demostrado que los adultos estadounidenses con discapacidad o movilidad reducida gastan un promedio de 13 mil 600 millones de dólares al año en viajes.
En entrevista, el subsecretario de Calidad y Regulación de la Sectur, Francisco Maass Peña, dijo que en México aproximadamente 5.1 por ciento de la población total tiene algún tipo de discapacidad, y en el mundo según la Organización Mundial de la Salud, 15 por ciento de la población mundial tiene una discapacidad física, mental o sensorial, esto es más de mil millones de personas.
De esos mil millones de personas, dijo, se estima que al menos 16 por ciento viajan, lo que equivale a 170 millones de personas y, si el gasto promedio del turista internacional en México es de aproximadamente 530 dólares, el mercado potencial, a nivel mundial, representa cerca de 90 mil millones de dólares.
«Evidentemente hay destinos y hay prestadores de servicios más preparados que otros; el tema del tiempo, es decir, desde hace cuánto tiempo están operando, sí hace la diferencia, porque los de reciente construcción han sido mucho más cuidadosos en las observancias», destacó.
No obstante, Judith Cárdenas, directora general de la empresa Cancún Accesible, afirmó que muchos hoteleros piensan: «no convierto mi hotel a accesible porque no llegan tantos turistas con discapacidad», y los turistas discapacitados dicen: «yo no voy a tal sitio porque no hay infraestructura accesible».
Dijo que en 2013 llegaron a este destino turístico 3 mil turistas con discapacidad, y en 2014 la cifra aumentó a 3 mil 500, 80 por ciento de ellos extranjeros provenientes de Estados Unidos, Canadá y países de Europa.
Raquel Guillinet, presidenta de la Confederación Mexicana de Organizaciones en Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Confe), en 2006 México fue anfitrión del Congreso Mundial de Inclusión Internacional, lo hicieron en Acapulco y fue una dificultad.
Pone Playa del Carmen el ejemplo
El modelo de Playa Inclusiva, para personas con discapacidad y de la tercera edad, encontró suelo fértil en los destinos turísticos de Quintana Roo.
La primera de ellas, inaugurada en febrero de 2013, ha logrado tal éxito que las autoridades locales han tenido que ampliarla y replicarla en otras zonas.
El prototipo, ubicado frente al Parque Fundadores, en el extremo sur de la Quinta Avenida, fue remodelado hace tres meses y reforzado con más equipo, al pasar de 10 a unos 40 o 50.
«Los meten al agua y los tienen allí un rato, el tiempo que ellos dicen, y luego los regresan a unas palapitas, que es parte de lo que se va reinaugurar, lo nuevo que se hizo para que estén con mejores servicios», explicó Cinthya Osorio de Góngora, presidenta honoraria del Sistema DIF Solidaridad.
«Los visitantes en su mayoría son locales, turistas nacionales, así como norteamericanos (Canadá y EU), europeos, entre otros», agregó.
Juan Pablo, uno de los jóvenes encargados del sitio, refirió que hay una muy buena aceptación, tanto de extranjeros como de mexicanos.
«Me comentaba un turista de Brasil, que vive en Río de Janeiro, que tenía 21 años sin entrar al mar, hasta que lo hizo aquí (a mediados de julio)», citó el empleado.
Durante 2014, la primera playa inclusiva registró 300 visitantes con discapacidad, un promedio de 28 a 32 personas atendidas al mes en temporada vacacional y una ocupación regular en los demás meses.
Fuente: Reforma
De hecho, ésa fue una de las causas por lo que se vetó al Hotel Camino Real Polanco, para ser sede de la XXIV Conferencia Mundial de Voluntariado en 2016.