La responsabilidad social llegó en forma a la arena de los negocios hace poco más de veinte años y desde entonces ha ido ganando terreno. Muchas organizaciones la vieron al inicio como una posible fuente de ventaja competitiva y pensaron que si se convertían en empresas responsables, la sociedad las percibiría mejor y entonces venderían más, lo que fue una creencia alejada de la realidad.
El error no está en que creyeran eso, pues después de todo, la responsabilidad social representa el 40% de la reputación corporativa de cualquier organización de acuerdo con el Reputation Institute. El problema radica en que muchas pensaron que lo único que deberían hacer era cumplir con ciertos requerimientos y obtener algo así como un sello de calidad, lo cual es una falacia.
La verdadera responsabilidad social recorre transversalmente todas las áreas de una compañía y se refuerza todos los días. Es común que muchas empresas la basen en distintos pilares para lograr una mejor ejecución; para explicar mejor esto, tomemos un buen ejemplo: Sigma, la compañía de alimentos de marcas muy reconocidas como FUD, San Rafael, Chimex, La Villita, Chen, Nochebuena, Yoplait y Guten.
Si uno analiza la página de responsabilidad corporativa de la organización podemos encontrar justo eso, una división de áreas en donde focalizan sus esfuerzos. En su caso mencionan:
- Bienestar (mejor calidad de vida, basada en el equilibrio trabajo-familia, desarrollo humano y prácticas de salud y seguridad)
- Nutrición (creación de estilos de vida saludables y el combate a la obesidad)
- Cadena de valor (suministros, proveedores, abastecimiento responsable)
- Medio ambiente (uso óptimo de los recursos naturales en las operaciones, así como de los residuos generados)
Claro que cualquier compañía podría generar esto, sin embargo, como dijimos, la responsabilidad corporativa debe ser un esfuerzo vivo, que se note desde el compromiso que se tiene con los consumidores y buscar una empatía con ellos y un engagement, hasta acciones en pro del planeta y la sociedad.
Entre algunos datos que podemos marcar relevantes con Sigma por ejemplo está el que existe una comunidad de más de 500 miembros voluntarios cuyo objetivo es realizar propuestas e iniciativas que promuevan la calidad de vida dentro de la organización así como el desarrollo de la comunidad. En este punto, cabe señalar que tienen 25 centros de trabajo distinguidos con Empresa Familiarmente Responsable.
Asimismo existe una Comunidad de Medio Ambiente que se reúne semanalmente, en la cual participan los Jefes de Mantenimiento de los distintos centros para generar y compartir proyectos de ahorro y ecoeficiencia de energía, combustible y agua. Aquí cabe un dato muy relevante: Trataron 1.76 millones de m3 de agua al año y en el 2014 invirtieron más de 19 millones de pesos en proyectos de tratamiento de agua.
Como se puede ver, la responsabilidad no es algo que simplemente se quede en códigos de ética o se obtenga a través de reconocimientos; debe ser una cultura viva que se renueve y se perciba día con día.