Una de las características del pueblo japonés es su amor y dedicación por los jardines. Los japoneses pueden aprovechar casi cualquier espacio, por diminuto que sea, para desarrollar un cultivo, desde las especies de flores y plantas más comunes hasta las más exóticas.
La cultura de los huertos urbanos, combinada con la rehabilitación de espacios, se ha vuelto una tendencia que cada vez más ciudades adoptan. En Japón, particularmente en Tokio, se desarrolló una iniciativa llamada Soradofarm, la cual se ha convertido en un fenómeno social.
Se trata de una iniciativa agrícola que surgió a partir de la búsqueda por aprovechar los espacios que había en las cubiertas de las terminales de ferrocarril y transformarlos en áreas de cultivo y vegetación.
El proyecto se ha extendido de tal forma que actualmente se han desarrollado cinco huertos por todo el país, en diversas estaciones de ferrocarril. El más grande es el huerto Machinaka, que incluso ha sido reconocido a nivel internacional.
Cada uno de los huertos cuenta con la aprobación y apoyo de las distintas compañías que gestionan los recintos ferroviarios; el costo de inversión es de aproximadamente 157 dólares por finca.
Para mantener los jardines en buen estado, voluntarios se suman a esta iniciativa y se encargan de las labores del huerto. Además, buscan crear conciencia ecológica en el resto de la comunidad y motivar el autoconsumo, pues cada vez son más escasos los recursos alimentarios.
Los huertos en las estaciones son lugares que invitan a relajarse; de acuerdo a los desarrolladores son espacios que dan un equilibrio a la ciudad entre los largos trayectos y las horas de trabajo. Buscando además de un beneficio ambiental, uno social que promueva la sana convivencia.
El jardín está abierto para que todos puedan participar en él o simplemente admirarlo. Debido a la popularidad y aceptación que ha tenido entre los usuarios, una compañía ferroviaria del este de Japón planea desarrollar el mismo plan en las azoteas de sus estaciones de tren, ayudando a frenar un poco el caótico estilo de vida urbano.
Fuente:
ecoinventos.com
Un artículo muy interesante que puede motivarnos a desarrollar algún cultivo.