En Estados Unidos, la calabaza es una de las principales atracciones de Halloween y del día de Acción de Gracias por el tradicional postre de calabaza que se come después de la cena. Sin embargo, esta costumbre se encuentra en peligro debido al cambio climático.
El calentamiento global representa una gran amenaza para la seguridad alimentaria mundial; en poco tiempo los sistemas de producción de todo el mundo tendrán que modificar sus procesos para adaptarse a los cambios en los patrones climáticos.
Esta vez, las fuertes lluvias que se presentaron en junio pasado en el estado de Illinois, causaron la pérdida de las cosechas de calabaza de Libby. Lo más grave es que en este lugar es donde se produce el 90% del fruto a nivel nacional, cayendo su producción en un 50%.
En un año normal, las cosechas surgen los últimos días de agosto hasta inicios de noviembre. Este año la última cosecha terminó el 5 de octubre, casi un mes de diferencia ¿Qué se está haciendo al respecto?
Es importante que las empresas asuman un compromiso con el medio ambiente y busquen disminuir su huella ambiental, como Nestlé, que parte de su inversión la dirige a temas de sostenibilidad para lograr reducir los desperdicios, el uso de agua y energía y utilizar fuentes de energía renovable.
El pasado 19 de octubre, Nestlé participó en la Cumbre de París contra el Cambio Climático, con distintos líderes de gobierno, sector privado, académico y comunidad científica, centrándose en acciones y esfuerzos concretos para combatir el calentamiento global.
Además, la empresa impulsó a gobernadores a aceptar el plan de energía limpia de Environmental Protection Agency, reforzando con esto el compromiso con el medio ambiente y un futuro sostenible.
Fuente:
nestle.com