Por: Emilio Guerra Díaz
Nuevamente la revista Forbes estimula la reflexión respecto a la posición que varios de sus articulistas asumen en torno a la filantropía y su relación con la responsabilidad social corporativa. En una reciente publicación, comparte en su sitio de internet un post de James Lee Sorenson intitulado: “Inversión de impacto, la verdadera filantropía inteligente”, que junto con dos artículos más conforman una trilogía que vale la pena revisar (“Empresas sociales: la alternativa hacia un futuro sustentable”, de Angélica Fuentes e “Inversión de impacto: la diferencia para sociedad y accionistas”, escrito por Ben Moody).
No obstante que la inversión de impacto es una alternativa para financiar y resolver distintas problemáticas sociales, en realidad no se dirige a fortalecer a las organizaciones civiles o filantrópicas, pues no es su propósito. Más bien busca establecer una relación lucrativa entre empresas o inversionistas que pactan con el gobierno para que éste subcontrate a las organizaciones ciudadanas para resolver ciertos problemas, porque suponen contar con experiencia focalizada en los temas que abordan. Luego de alcanzar las metas establecidas por las partes un retorno monetario para el inversionista, que sale de fondos gubernamentales por concepto del ahorro que tuvo por apoyarse en organizaciones civiles. De ahí que James Lee Sorenson vea que involucrarse en esta alternativa sea “la verdadera filantropía inteligente”. En todo caso se consiguen resultados de corto y mediano plazo que no reproducen al sector social ni tampoco incide en la creación de mayor volumen de capital social.
Sin embargo, hay otras alternativas para la filantropía organizada, en la cual pueden incursionar las empresas de manera directa o a través de su fundación corporativa, como apoyar la creación y desarrollo de empresas sociales. Como hemos señalado en esta columna, el concepto empresa social tiene varias acepciones y puede ser percibida desde distintos enfoques, dependiendo si se mira desde el terreno de la actividad lucrativa o desde el de la economía social, que no busca ganancias que sean privatizadas o individualizadas.
En otras palabras, es posible invertir recursos para alentar la creación de nuevas empresas (micro y pequeñas), que sean propiamente negocios para los beneficiados, pero también existen las alternativas de generación de empresas sociales que atiendan necesidades con una estructura empresarial donde el remanente no de individualiza sino se reinvierte en el propio negocio, pero en el camino va atendiendo determinadas necesidades sociales (este es el enfoque de Muhammad Yunus).
Hasta cierto punto, existe una miopía económica que se manifiesta en aferrarse en señalar que las empresas sociales tienen que ser necesariamente lucrativas. Como consecuencia de esa visión partidarios de esta idea no identifican a las organizaciones civiles filantrópicas y cooperativas y asociaciones productivas y mucho menos a sus fundadores o personal, como “emprendedores”, cuando en realidad lo son pero ubican su trabajo en la economía no lucrativa.
Alentar, financiar y acompañar el desarrollo de empresas sociales es otra forma de expresión de la “filantropía inteligente” que no ve Sorenson pero que existe. Involucrar inversión social en empresas sociales no lucrativas trae como consecuencia la generación de capital social y su fortalecimiento, la apropiación de procesos de cambio social por los participantes y beneficiados y porque diversifica las posibilidades de resolución de problemas evitando conflictos de interés en un terreno donde no es fundamental recuperar dinero, sino traducirlo en un medio para crear otros retornos de inversión como son la paz social, el crecimiento profesional de mujeres, la sostenibilidad, la dignidad de las personas y su integración a sus comunidades en procesos autogestivos, etc.
Parecería que las experiencias de impulsar empresas sociales son invisibles y desconocidas tanto para el sector empresarial como para gobierno y las propias organizaciones filantrópicas. Esto es parcialmente cierto, pues no se han sistematizado aún con gran profundidad estos esfuerzos de manera generalizada.
Por ello cobra gran relevancia la obra recién publicada Proyectos productivos con mujeres indígenas en Oaxaca, Puebla, Morelos, Yucatán y Chiapas (coordinada por María García Flores Chapa, presidenta de la asociación civil Reisol Cultura y Medio Ambiente y Ed. Zícaro Apoya a la Mujer y el Indesol, México, 2015), que es el resultado del proyecto de investigación que llevó a cabo el año pasado por la asociación Zícaro Apoya a la Mujer, donde analizó 5 estudios de caso de instituciones que fomentan el emprendurismo y prácticas productivas en cada uno de esos estados favoreciendo a la mujer indígena y sus familias.
Esta investigación muestra la experiencia de diversas organizaciones que tienen en común que son financiadoras de proyectos sociales: la Fundación Mexicana de Desarrollo Rural, la Fundación Haciendas del Mundo Maya, la Fundación León XIII, la Fundación Zícaro y la Fundación Produce Puebla, las cuales han apostado a apoyar a grupos de personas que históricamente han sufrido alta marginalidad como son las mujeres de zonas de pobreza pero también se enfocan a apoyar a mujeres indígenas, para incentivar su emprendurismo. La investigación destaca el papel de otra organización que ha inspirado este tipo de trabajo como es la Fundación Comunitaria Oaxaca.
La obra presenta el siguiente contenido: “De la participación de la sociedad civil organizada para el impulso económico de las mujeres en el sector rural”;
donde se anotan las características tanto de las organizaciones participantes como de sus programas, el ámbito de las empresas sociales, políticas sociales de apoyo a la mujer y los modelos de participación y cómo generan capital social y la importancia de las y los promotores de los proyectos que dan acompañamiento al desarrollo de las actividades.
En el capítulo dedicado a “Apuntes para reflexionar en torno a proyectos productivos con mujeres” escrito por Leticia Martínez Gil, se ofrecen reflexiones sobre la situación de la mujer y el porcentaje de participación de ellas en la actividad empresarial, la percepción de empresas sociales fundadas o lideradas por mujeres. Pero una importante contribución de este apartado consiste en el señalamiento sobre la necesidad de las organizaciones financiadoras de fortalecerse para acompañar a largo plazo estos proyectos productivos con enfoque de género y la incidencia que las organizaciones financiadoras tienen en las empresas sociales. El segundo nivel de análisis aborda cómo las empresas sociales a su vez se fortalecen para ser sostenibles en el mediano plazo.
Posteriormente el libro ofrece a detalle la presentación de los cinco casos de estudio de fundaciones financiadoras de proyectos productivos rurales con mujeres indígenas en Oaxaca, Puebla, Morelos, Chiapas y Yucatán, un trabajo exhaustivo a cargo de jóvenes entusiastas: Denny Patricia Castro Zúñiga, Javier Castañeda Vargas, Jhonny Márquez Domínguez, Jaime Bardomiano Morales, Agustín Núñez González, Elizabeth Martínez Gil y Cristian Iván López Gómez.
El libro será presentado el jueves 21 de enero a las 10:30 horas en el Club de Periodistas, ubicado en Filomeno Mata 8, Col. Centro Histórico de la ciudad de México. La organización Zícaro Apoya obsequiara un ejemplar a los asistentes. Para mayor información escriba al correo electrónico: [email protected]
Desde el Consejo Directivo
Don Roberto Delgado Gallart es el responsable de la coordinación de los voluntarios que habrán de participar en la visita a México del papa Francisco en febrero. El Dr. Gallardo cuenta con amplia experiencia en eventos de este tipo, dijo el presidente del Directorio, pues también tuvo la responsabilidad de movilizar voluntarios durante la visita de Benedicto XVI y siempre entrega buenas cuentas por lo que expresó una felicitación al Comité Organizador.
La Secretaria del Consejo señaló que en esta semana arrancará un nuevo ciclo escolar de la Universidad ORT que ofrece licenciaturas y maestrías enfocadas al desarrollo profesional de personas que desean trabajar en el Tercer Sector y en el mundo de la filantropía y el voluntariado. Aún están a tiempo las personas que quieran inscribirse y solicitar una beca.
El Director de la organización señaló que nuevamente KidZania y la Fundación del Dr. Simi por cuarto año consecutivo celebraron el Día de Reyes con más de 1,000 pequeños de escasos recursos, quienes tuvieron la oportunidad de conocer y jugar en KidZania, recibir un juguete y muchas sorpresas por parte de las empresas que se sumaron a esta gran causa. De manera simultánea, KidZania Cuicuilco y KidZania Monterrey fueron las sedes para que estos pequeños disfrutaran en grande un día tan especial y pudieran participar en más de 60 actividades, como manejar coches eléctricos y motocicletas, trabajar en un laboratorio médico, conducir un programa de radio en vivo, ser bomberos y policías e incluso, ser entrenadores de perros.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
