En términos de responsabilidad social, muchas empresas con el paso de los años han ido evolucionando al pasar de una filantropía pura, al desarrollo de una inversión social estratégica que genera aún más valor tanto para la sociedad como para las propias compañías.
De acuerdo con la norma ISO 26000, la inversión social se da cuando las organizaciones invierten sus recursos en iniciativas y programas orientados a mejorar aspectos sociales en la comunidad por medio de proyectos que promuevan el desarrollo económico y social.
Lo esencial para cualquier proyecto que se considere de inversión social es que sea viable a largo plazo y que contribuya al desarrollo sostenible. Para motivar a que más empresas den este paso, en 2015 el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) decidió reconocer a las empresas que adopten como política destinar el 1% de sus utilidades antes de impuestos a acciones de beneficio social.
De acuerdo con Jorge Villalobos, presidente ejecutivo de Cemefi: “el contar con el estándar del 1% como política de inversión social para las empresas les permite vincular los montos de las donaciones que realizan a los resultados empresariales. A mejores resultados, mayores montos de donativos. Además, les permite establecer compromisos con procesos sociales que requieren tiempo de maduración.”
Lejos de ser una moda, esto demuestra que cada vez más las empresas están detectando los beneficios de tener políticas que determinen el porcentaje de inversión social y que derivan en un círculo virtuoso en favor de la sociedad y sus diversos grupos de interés.
Gentera, la empresa que superó la iniciativa del Cemefi
Hasta ahora son 77 empresas las que decidieron adoptar esta política. Sin embargo compañías como Gentera se sitúan por encima de esta línea, al aportar el 2% de sus utilidades después de impuestos a acciones de beneficio social.
“Buscar generar valor social está en el ADN de Gentera, creemos en compartir este valor con las comunidades donde trabajamos, y asignar un porcentaje nos ayuda a tener una estrategia mucho más profunda de responsabilidad social con proyectos a largo plazo, logrando tener un impacto más profundo en temas de educación.” Aseguró Ayleen Cortés Sandoval, directora de Responsabilidad Social Corporativa y de Fundación Gentera.
Gentera, al haber sido inicialmente una ONG y posteriormente una empresa socialmente responsable que atiende una problemática social a través de un modelo comercial, determinó en 2009 por medio del consejo que se destinara el 2% después de impuestos a acciones sociales.
“Las causas que apoyamos se encuentran totalmente alineadas a la estrategia del negocio, hicimos toda una planeación para buscar dónde podríamos trabajar para contribuir a la generación de valor para dos de los atributos de Gentera: generar una cultura emprendedora y educación financiera.” Complementó Cortés Sandoval.
A la fecha, por medio de las iniciativas de responsabilidad de la empresa, se ha beneficiado a profundidad a más de 15 mil personas en temas de educación, la causa global que atiende la marca.
¿Qué aspectos se deben considerar al implementar una estrategia de inversión social?
- Tener en cuenta la promoción del desarrollo de la comunidad al planificar los proyectos; todas las acciones deberían de ampliar las oportunidades de los ciudadanos.
- Evitar acciones que promuevan la dependencia de la comunidad con la empresa.
- Evaluar e identificar dónde se pueden hacer mejoras en las iniciativas.
- Considerar la alianza con otras organizaciones expertas en el tema para maximizar el impacto y aprovechar los recursos.
Una estrategia clara de inversión social permite a las compañías enfocar los recursos de una mejor manera para maximizar el impacto de los fondos. El conocimiento de este impacto permite además que las compañías puedan mejorar sus iniciativas y mostrarse transparentes.