La planta de energía eléctrica que será instalada sobre el relleno sanitario del Bordo Poniente utilizará gas metano producido por la basura y gas natural traído de otro lado, en un proceso de cogeneración que alcanzará para cubrir todo el consumo del alumbrado público, monumentos y edificios del Gobierno de la Ciudad de México, con una tarifa preferencial 30% menor a la que se paga actualmente.
Así lo aseguró en entrevista con Excélsior Salvador Rojas Aburto, director del Proyecto Bordo Poniente, quien detalló que los trabajos de clausura y saneamiento del tiradero, así como el desarrollo de infraestructura para el aprovechamiento del biogás, que contiene principalmente metano, iniciarán el próximo mes de julio y tardarán dos años y medio.
De acuerdo con el ingeniero civil, la central eléctrica del vertedero, que ocupará 1.2 hectáreas de terreno, encenderá sus motores en enero de 2019, con una potencia total de 72 megawatts y capacidad para producir 560 gigawatts hora al año.
El también representante de la empresa Sistemas Eléctricos Metropolitanos justificó el uso de gas natural para generar luz en el Bordo Poniente con estudios y modelos teóricos que establecen que el gas metano en el relleno sanitario se terminará en aproximadamente una década, para una concesión que obtuvieron en noviembre de 2012 y que contempla un periodo de 25 años.
Detalló que el gas natural, que surtirá Petróleos Mexicanos (Pemex) llegará al tiradero por una red de la empresa Gaz de France: un ducto de 30 pulgadas que se encuentra a una distancia de seis kilómetros.
“La realidad es que nosotros teníamos que estar seguros de que el sistema fuera eficiente siempre, y eso es lo que logramos con este diseño; el biogás, por supuesto, se va a terminar”, reconoció.
Rojas Aburto subrayó que, por un lado, los inversionistas querían tener la tranquilidad de que contarían con los insumos suficientes para lograr sanear el Bordo Poniente y por el otro, las autoridades les pidieron acelerar el proyecto para la generación de electricidad, para contrarrestar la contaminación en el relleno sanitario.
Ante esta situación, explicó que la propuesta inicial creció a una planta de mayor capacidad, que prevé la perforación de 550 pozos a una profundidad de entre 12 y 15 metros, la adquisición de siete motores marca Rolls-Royce de 130 toneladas de peso cada uno y diez motores General Electric, así como la construcción de la planta de tratamiento de lixiviados más grande del mundo, con una capacidad de flujo de 50 metros cúbicos por hora.
Indicó que de esta forma la inversión que se tenía pensada en un principio, de al menos dos mil 121 millones de pesos, también aumentó, por lo que se tuvo que recurrir a la banca de desarrollo, que estaría aportando 50 por ciento de los recursos.
“La inversión que estamos esperando cerrar son cuatro mil 600 millones de pesos”, reveló Rojas Aburto.
Sobre el retraso para el inicio de los trabajos en el Bordo Poniente, desde su cierre en diciembre de 2011 y la concesión otorgada en marzo de 2013, manifestó que fueron diferentes factores los que influyeron, como las modificaciones que se hicieron al proyecto, la turbulencia financiera, la devaluación y todos los permisos que tuvieron que sacar.
El ingeniero citó como ejemplos un estudio de factibilidad por parte de la Comisión Federal de Electricidad; la Manifestación de Impacto Ambiental de alcance regional que requirió la Semarnat; una autorización para ser cogeneradores otorgada por la Comisión Reguladora de Energía y luego un aval como cogeneradores eficientes, así como un permiso del Servicio Nacional de Certificaciones para las Inversiones Sostenibles.
Agregó que la inversión se distribuirá en dos fases: la etapa de clausura y saneamiento del relleno sanitario, donde se colocará una capa impermeable de un material arcilloso sobre la basura y se desarrollará un sistema de drenaje pluvial superficial para que las lluvias puedan ser desalojadas y no sigan generando más lixiviados.
Después comenzará la etapa de desarrollo del proyecto con la perforación de pozos, la construcción de la planta de tratamiento y la instalación de los equipos.
Mientras que en una tercera fase, ya con la operación de la central eléctrica, continuará el saneamiento del terreno con la extracción del biogás y los lixiviados hasta 2037, cuando concluye la concesión y Sistemas Eléctricos Metropolitanos entregue la planta trabajando al Gobierno de la Ciudad de México.
El pasado 19 de abril, este diario dio a conocer que el mal manejo y saneamiento del relleno sanitario Bordo Poniente, además del problema ambiental que representa, tiene efectos nocivos serios en la salud de la población que vive en colonias aledañas, así como incomodidades para toda la ciudad, principalmente por el mal olor que se expide y dispersa durante la tarde y noche casi todos los días, advirtió Pablo Solís, especialista en Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.
“Vivir cerca de un relleno sanitario no es recomendable, pero para muchos es inevitable”, indicó.
Un ensayo de investigadores del Centro Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio Ambiente indica que quienes viven en zonas aledañas al bordo todo el año perciben olores desagradables y fauna nociva, y las relacionan con enfermedades y malestares como la cefalea, vómito, hipertensión, dolor abdominal y miocarditis.
Fuente: Excelsior