El gobierno de la República no quiere tomar definiciones de política pública o acciones por sí solo. Por eso, la mística de trabajo ha sido escuchar a la sociedad, a las organizaciones sociales, y así construir y enriquecer las definiciones de atención a los problemas de los distintos sectores, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto.
Anunció la creación del Sistema Nacional de Información sobre Discapacidad, con un registro de las personas y un método georreferencial, pues no obstante el registro del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 7.6 millones de mexicanos en tal condición, no se sabe con precisión quiénes son ni dónde están.
Además, pronto enviará al Congreso un paquete de iniciativas para ajustar muchas leyes a los términos previstos en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, cuya entrada en vigor cumplió ayer ocho años y fue promovida por México en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Es una obligación del Estado velar y garantizar el bienestar de quienes padecen discapacidades, así como su pleno acceso a todos los derechos consagrados en la Constitución. No es una tarea discrecional, optativa. Tampoco se trata de un compromiso retórico, sino real y efectivo, dijo.
En Los Pinos, el mandatario se comprometió con las diversas organizaciones civiles en las que se agrupa esta población, a facilitar con los integrantes de su gabinete, al menos una reunión semestral, y definir líneas de acción política.
Ahí, Santiago Velázquez, presidente de la Fundación Vida Independiente para Personas con Discapacidad, dijo haber echado chingadazos para lograr opciones y alternativas para ese sector.
Mencionó algunos avances y pendientes en la política hacia la discapacidad, como la rehabilitación con una nueva visión, pero que aún no llega a todos quienes la necesitan; la inclusión laboral basada en un modelo de obligaciones y derechos; dejar de lado los programas asistencialistas, que nos hunden más en vez de darnos una vida digna otorgar dinero para operar los programas específicos.
Hay miles de mexicanos muriendo porque no tienen acceso a un hospital, a la posibilidad de tener su proyecto de vida, mientras se gasta energía en ver cómo denominar a quienes tienen discapacidad: granito de oro, rayito de luz, ironizó
Para Peña, quienes padecen discapacidad física, visual, auditiva, intelectual, mental o sensorial viven muchas veces la falta de acceso a leer, a escuchar algo que sea de su preferencia, movilizarse o acceder a distintos espacios. Esto les impide gozar o disfrutar realmente los derechos plasmados en la Constitución, y obliga al Estado a reforzar su esfuerzo, a redoblar el paso, a comprometerse.
En la ceremonia se formalizó la instalación del Sistema Nacional para el Desarrollo y la Inclusión para las Personas con Discapacidad. También se firmó una carta de intención entre la Conferencia Nacional de Gobernadores y el Consejo Nacional sobre la misma materia, a cargo de la ex secretaria de Salud, Mercedes Juan López.
En su oportunidad, resaltó las acciones emprendidas para cambiar el paradigma hacia la discapacidad y centrarse en el respeto a los derechos humanos, la búsqueda de igualdad de oportunidades y el fomento de la vida independiente.
Alexandra Hass Paciuc, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), criticó la visión limitada y simplista con la cual está diseñado el espacio de convivencia social, pensando que las discapacidades están en las personas que viven con ellas.
Entonces precisó: no debemos olvidarlo: la discapacidad no es una tragedia. La verdadera desgracia es la discriminación.
El acto, que tuvo que mover su sede original debido a la contingencia ambiental, se llevó a cabo en Los Pinos.
Ayer estuvieron, entre otros, el secretario de Salud, José Narro; el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, y la esposa del Presidente, Angélica Rivera.
Fuente: La Jornada
