Tras una maratónica sesión que se extendió durante más de 20 horas, el Senado de Brasil resolvió que la presidenta Dilma Rousseff será sometida a juicio político y, por lo tanto, deberá dejar el cargo por 180 días. De los 81 senadores, 55 votaron a favor y 22 en contra. Hubo una abstención y tres ausentes. Se espera que la mandataria dé un mensaje a la nación a las 10.
La sesión especial, que comenzó ayer a las 9.50 de ayer, fue abierta por el presidente del Senado Renan Calheiros. En la apertura pidió a sus compañeros encarar la jornada con «sobriedad» y «rapidez».
Durante el lapso de tiempo en que Dilma se encuentre suspendida mientras el Senado lleva a cabo el juicio, asumirá su vice, Michel Temer, que ya tiene preparado su gabinete. El proceso será presidido por el titular del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski. Por su parte, la mandataria permanecerá en la residencia oficial, el Palacio da Alvorada, al menos durante los primeros días, posiblemente recibiendo la mitad de su salario.
Los cargos contra Rousseff incluyen haber incumplido normas fiscales administrando el presupuesto federal. Sin embargo el proceso se convirtió también en una especie de referendo para su presidencia, mientras Brasil se encuentra en una profunda recesión económica y se lleva a cabo una amplia investigación por corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Esta madrugada, poco antes de las 4, cuando el debate llevaba más de 15 horas, una mayoría de los senadores -41 de 81- ya se había manifestado a favor de juzgar a la mandataria, que anoche retiró sus pertenencias del despacho principal del Palacio del Planalto.
Fuente: Clarín