La mayoría de las mujeres que viven en zonas rurales de la Ciudad de México tienen que realizar doble y hasta triple jornada de trabajo sin ningún reconocimiento y con un pago mínimo, reveló una encuesta realizada por la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) capitalina.
Según los resultados de dicho ejercicio, casi 90 por ciento de las entrevistadas dijo que durante el día tienen que combinar su trabajo en el hogar con la agricultura y la comercialización de sus productos, o las dos primeras con actividades en el sector servicios.
De quienes se dedican a la agricultura, sólo 80 por ciento recibe una remuneración, que en promedio es de 2 mil 218 pesos mensuales, aunque 50 por ciento reciben entre mil 238 y 3 mil pesos al mes, dedicándole seis horas diarias, seis días a la semana.
La encuesta señala que las labores en el hogar que realizan no sólo son las tradicionales de limpieza, preparación de alimentos y cuidado de hijos y otros familiares, sino que además tienen que cuidar la huerta, alimentar a sus animales, así como acarrear agua y leña.
Las actividades agrícolas que realizan estas mujeres van desde preparar el terreno, deshierbar, limpiar, podar, abonar, sembrar, cosechar, seleccionar la verdura, comercializar o transformar los productos; cargar y empacar.
Entre los datos que arrojó la encuesta destaca también que 97.7 por ciento de las entrevistadas manifestó que aporta ingresos compartidos con su cónyuge a la economía de la familia; 2.8 por ciento son analfabetas y 3.7 por ciento tienen una licenciatura.
Respecto de la propiedad de la tierra que trabajan, 33.50 por ciento señaló que es de su esposo, además de que 87.1 por ciento de las mujeres encuestadas dijo que participan activamente en las asambleas de sus comunidades e incluso algunas han ocupado cargos de responsabilidad, aunque cuando se trata de tomar decisiones, son los hombres los que las adoptan.
Enfocar programas, objetivo
La titular de la Sederec, Rosa Icela Rodríguez, señaló que la encuesta, realizada principalmente con mujeres de la delegación Milpa Alta, tuvo como propósito conocer el papel que juegan tanto en el hogar como en el campo, con la finalidad de enfocar los programas de la dependencia que permitan cerrar las brechas de desigualdad social y ampliar las acciones dirigidas a ese sector.
Fuente: La Jornada