Cada vez que asistes a una juguetería te puedes encontrar con muñecas, simpáticos personajes de caricaturas, carritos, criaturas afelpadas o juegos de mesa, juguetes vistosos que atraen la atención de tus hijos, pero que cuando sales de la tienda te das cuenta que solo compraste un simple producto. Actualmente los consumidores buscan más, desean bienes que impacten su vida de forma innovadora; un ejemplo de ellos es una tienda que más allá de vender osos de peluche, vende experiencias profundamente emocionales, ¿Sabes de quién se trata?
Build-A-Bear no vende osos de peluche… crea vivencias para los pequeños, quienes pueden disfrutar de crear un amigo, darle un corazón, vestirlo y nombrarlo. Con esta forma de trabajar, la marca ha conseguido generar mensajes positivos y valores que unen no solo a los pequeños del hogar, sino también a los padres de familia.
La responsabilidad
Hoy en día muchas empresas han implementado prácticas responsables donde involucran a sus stakeholders, fortaleciendo la reputación corporativa de la empresa y generando un lazo especial.
Recientemente la marca de peluches fue la encargada de llevar un momento de diversión a unos niños muy especiales, ¿quieres saber por qué?
Actualmente millones de pequeños en el mundo sufren alguna enfermedad que limita su rendimiento físico y mental; Buid-A-Bear, como parte de su estrategia de responsabilidad social, brindó una experiencia inolvidable a niños con parálisis cerebral, un trastorno que afecta la psicomotricidad de las personas.
Bear Emy, la mascota de Build-A-Bear, en conjunto con Anima Estudios, el estudio de animación más importante de América Latina, regaló un momento divertido a los niños con la película Don Gato, el Inicio de la Pandilla. Mientras los pequeños se divertían con la película y comían palomitas, los padres de familia veían una función especial.
Los niños que disfrutaron de esta sorpresa forman parte de la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC, I.A.P.), una institución sin fines de lucro que brinda atención especializada a las personas con este trastorno, a través de educación especial, rehabilitación, asistencia médica y atención psicológica.
Al final de la convivencia, Bear Emy obsequió a cada uno de los niños un pequeño peluche Build-A-Bear, dando como resultado muchas sonrisas y esperando que el muñeco los acompañe desde hoy, ya que psicológicamente los peluches dan seguridad y apoyo a los niños.
Para Build-A-Bear es muy importante unir a la familia y fomentar valores, a través de la experiencia de armar un nuevo amigo de peluche» Silvia Rosas, Gerente de marca de Build-A-Bear.
Un ejemplo de cómo una marca puede compartir un poco de sí misma con la infancia más vulnerable, dando la oportunidad de que todos se involucren y sean corresponsables.
Actualmente Build-A-Bear es una de las marcas favoritas de los niños y cuenta con aproximadamente 400 tiendas a nivel mundial, donde chicos y grandes pueden asistir a vivir la experiencia de personalizar su peluche y no solo osos, sino también conejos, perros, gatos, o personajes de películas de moda. ¿Te animas a darle vida a un nuevo amigo?
