Ernesto González explica con soltura cómo es que funciona un sistema electrónico para ensamblar el sedán serie 3 de BMW.
Tiene 20 años y estudia en la Universidad Técnica de San Luis Potosí.
Él, junto con otros 23 compañeros formará parte de la primera generación de técnicos que se emplearán en la planta y para prepararse forma parte del programa de educación dual que la armadora trajo al estado.
«Tuve que hacer exámenes de conocimiento, pruebas y exámenes sicométricos y hacer algunas entrevistas», explicó.
Si acaba el curso y acepta tendrá empleo asegurado.
Con el sistema dual, estudiantes pasan igual tiempo en la escuela y en prácticas profesionales, con lo cual egresan con un alto grado de preparación y listos para operar en sitio sin tener que pasar por una gran curva de aprendizaje.
«Creemos que trabajar con BMW es muy especial, somos muy exigentes porque producimos autos premium, pero también somos un empleador modelo que cree que las personas hacen la diferencia y son nuestro mayor activo», expone Milagros Caiña-Andree, miembro del consejo de Administración y Recursos Humanos de la armadora alemana.
Martha Coronado, responsable del programa de formación, explicó que la intención del programa es que 100 por ciento de aquellos que sean aceptados en el Centro de Entrenamiento de Grupo BMW permanezcan en la compañía.
María Guadalupe Acosta es ahora la única mujer que está en el programa.
Dos días a la semana está en la escuela y tres en el taller, de las 7:30 a las 16:30 horas. Actualmente está en el sexto cuatrimestre y le faltan otros tres para acabar la carrera de mecatrónica en instalaciones eléctricas.
Como parte del programa recibe uniforme, alimentación los días que está ahí, material de trabajo y un apoyo económico. Ella dice que le encanta y es una experiencia que le ha cambiado la vida.
Fuente: Reforma