No importa cuántas horas trabajes o cuántos pendientes tengas durante el día, cuando tienes un empleo que te gusta y un ambiente agradable las horas se pasan volando, te sientes más motivado y eres mucho más productivo. Esta es la razón por la que muchas empresas han decido tomar en sus manos la labor de estimular la satisfacción laboral de cada uno de los miembros de su equipo, sin embargo estos esfuerzos pueden resultar inútiles si los trabajadores no se encargan de cultivar la confianza de sus compañeros de trabajo.
La forma en que cada profesionista se comunica con los demás juega también un papel importante en la forma en que estos perciben su capacidad para impulsar nuevos proyectos, lo que determina a su vez en gran medida la velocidad a la que avanza su carrera y más importante aún,la confianza que pueda inspirar en sus colegas y líderes.
«A veces caemos en la trampa de usar frases trilladas que generan frustración y desconfianza», explica Lynn Taylor, experta en espacios de trabajo y autora del libro Tame Your Terrible Office Tyrant, en entrevista con Business Insider.
Taylor añade que la confianza es la piedra angular de cualquier relación de negocio sostenible, por lo que vale la pena encontrar formas de ser auténtico y profesional con tu equipo de trabajo.
Cabe destacar que la credibilidad de un profesionista está íntimamente ligada a su reputación, por lo que cuidarla es de vital importancia en el proceso de cultivar relaciones sanas y productivas en el trabajo, si lo que quieres es que tu carrera continúe avanzando.
Taylor puntualiza que mucho depende de la audiencia, frecuencia y contexto en el que te comuniques, por lo que debes evaluar con frecuencia la honestidad, autenticidad e inteligencia emocional que transmites a los demás. «Nadie es inmune a esta jerga», asegura la experta, aunque añade que evitarla puede ayudar a fortalecer vínculos de cooperación. Conoce las frases que debes evitar.
1. Esto es un secreto, pero…
Pregúntate si confiarías en alguien que revele tus secretos a toda la oficina y lo considera correcto por el simple hecho de llamarle secreto. Si no es así, entonces ¿por qué hacerlo tú mismo?
2. Si repites esto, voy a negar haberlo dicho
Cuidado, estás reconociendo abiertamente que mentirías si fuera necesario para no meterte en problemas y que la otra persona no cuenta con tu respaldo en absoluto. ¿Crees realmente que este es un buen pilar para la confianza?
3. Realmente no quiero tener que hacer esto, pero…
Si no deseas hacerlo, no lo hagas. Trabaja con tu equipo para encontrar soluciones que se adapten a las necesidades de todos o toma las medidas que consideres necesarias sin tener que alardear de ello.
4. No voy a mentir
Así que este es el momento en que pones en evidencia que mientes con frecuencia, o que a menos que digas esta frase las personas deben asumir que lo que estás diciendo es mentira.
5. ¿Quieres que sea honesto?
Claro que las personas prefieren la honestidad, sobre todo cuando ésta viene de un colega o un subordinado; ¿por qué tienes que preguntarlo? Es probable que la información que estés a punto de revelar no sea agradable, pero la falta de honestidad no cambiará la realidad.
6. A decir verdad…
Quizá es la peor de todas las frases que puedes utilizar para anunciar información importante planteada de manera dura, sobre todo si antes de ella has dado un largo discurso, porque implica que todo lo que has dicho hasta ese momento podría ser una gran mentira; así que suele generar incertidumbre en tu interlocutor.
7. Creo que si
Decir «creo que si lloverá hoy», es aceptable; pero «creo que puedo manejar esto», «creo que le envié la cotización al cliente», «creo que hice las correcciones pertinentes» o «creo que envié la versión correcta» definitivamente son frases que están muy, pero muy lejos de ayudar a construir tu credibilidad.
8. Por ahora…
«Por ahora no tienes que preocuparte», «por ahora no tendremos despidos», «por ahora no puedo darte una respuesta»; por favor, si vas a utilizar alguna de estas frases asegúrate de definir qué significa «por ahora», ¿podrás dar una respuesta mañana?, ¿no habrá despidos durante este trimestre, o durante esta semana?, ¿cuándo crees que debería comenzar a preocuparme?
9. No puedo prometer esto, pero…
Procura o hablar con miembros de tu equipo sobre soluciones inciertas a determinadas situaciones; sustituye esta frase por otras que no involucren un planteamiento preciso como «veré qué puedo hacer» o «haré lo que pueda».
10. Voy a tratar…
Se trata de una frase que con frecuencia puede desencadenar pensamientos como «ya debería estar listo para eso», y «esto debería estar bien».
11. Esto no es oficial
Es lo mismo que decir «es sólo mi opinión, pero…» o «yo sólo te estoy diciendo lo que he oído»; seguramente la información de esa conversación será el resultado de un chisme, o peor aún, el preámbulo de uno.
12. No estoy diciendo que…
Acéptalo, esta es una frase que usamos generalmente para tratar de negar algo que sí creemos en verdad. Es como decir «no estoy diciendo que tus zapatos sean horribles –sólo lo estoy pensando–»
13. Estoy seguro de que harás algo por mí algún día
Si bien es un pensamiento que sirve para entender la importancia de mantener buenas relaciones con tus compañeros de trabajo, esta frase no debe salir jamás de tu boca a menos que lo que busques decir a las personas a tu alrededor es que no las ayudarías sin esperar nada a cambio.
14. Lo siento, pero…
Simplemente quiere decir que no lo sientes en absoluto. La frase que venga después del pero tiene prioridad sobre cualquier cosa que hayas dicho o hecho, así que ten mucho cuidado con decir «Siento haber llegado tarde, pero tenía que recuperarme de la fiesta de anoche»
15. Sucede, no estoy preocupado…
Esta frase habla de una persona que deja que las cosas sucedan y por lo tanto es incapaz de controlar el resultado; así que será mejor que todos a su alrededor comiencen a preocuparse.