Por Kenya Giovanini
El avance tecnológico trajo un nuevo concepto «The Internet of Things» o «El internet de las cosas» (IoT), se refiere a todos los electrodomésticos, sensores o relojes que están conectados con internet y nos facilitan algunas tareas domesticas o laborales. Este tipo de dispositivos ofrecen un servicio diferente que sin duda mejora la experiencia del cliente y aumenta la interactividad entre el consumidor y la marca… pero ¿qué tanto nos acercan a esa distopía que vimos en WALL·E?
Se ha escrito mucho acerca de los equipos inteligentes y antes de seguir produciendo más, debemos tomar en cuenta el impacto positivo o negativo que sus componentes liberan en el medio ambiente. Aunque internet puede ser una puerta hacia un mundo más sustentable, ya que podría puede reducir las emisiones con modelos de negocio más eficientes, aún falta un largo camino por recorrer.
LG creó un refrigerador inteligente con una pantalla táctil que indica que alimentos contiene, cuáles necesitas para preparar un platillo e incluso enviar instrucciones de una receta directamente al horno. Uno de los requisitos es que esté conectado a una señal WiFi pero, ¿es necesario agregar todos estos sensores a un simple frigorífico? Se supone que para todas estas tareas existen recetarios, listas de despensa y la herramienta más importante, nuestra memoria.
La tendencia por agregar sensores y otras tecnologías a productos que no las necesitan generan una huella negativa y su utilización excesiva está volviendo a las personas mental y físicamente más flojas. Así que si no quieres terminar como los personajes de la película de WALL·E, debes comenzar a usarlos con responsabilidad y exigir un compromiso por parte de las empresas.
Las compañías deben comprometerse con la sociedad a producir tecnología inteligente que sea realmente útil y no crear por crear, también deben desarrollar programas que inviten a los consumidores a usarlos con responsabilidad y no abusar de ellos.
Pero, ¿cómo puede una empresa empezar a buscar ese equilibrio?
1-. Impacto ambiental y social
Antes de seguir desarrollando electrodomésticos u aparatos llenos de sensores y botones innecesarios, los expertos deben analizar cada herramienta que va a formar parte de estos equipos y que daño pueden causar a corto o largo plazo tanto a la sociedad como al ambiente.
2-. Inteligencia vs Sustentabilidad
Una vez que se tiene en cuenta el impacto que puede crear y el objetivo que realmente tendrá, hay que tener en mente que el aparato tiene que ser sustentable en todos sus aspectos. Por ejemplo: aunque el refrigerador inteligente puede darnos miles de recetas para preparar, una de sus desventajas podría ser el porcentaje de electricidad que consume además de que la reparación de algún sensor táctil puede tener un costo alto, así que aunque el frigorífico es inteligente, deja de ser sustentable.
3-. Aprovechar los recursos
Saca provecho de todos los recursos que tienes y el de tus consumidores, desde el uso del agua, la luz, el combustible entre otros. Considera el consumo y utilidad que tendrá una vez funcionando en el hogar de tus clientes también puedes desarrollar un programa que les permita depositar el equipo una vez que que haya dejado de funcionar de esta manera puedes reutilizar sus piezas y evitar que contamine.
Ya no es suficiente crear equipos innovadores, ya que si este contamina o afecta de cierta forma a la sociedad y al planeta, tu reputación podría verse dañada.
Hoy en día los consumidores están buscando productos de empresas socialmente responsables así que si tu compañía tiene prácticas a favor del medio ambiente es más probable que te volteen a ver.
