Por la mala calidad del aire, 20 mil personas mueren al año en México debido a enfermedades asociadas a dicho fenómeno, como son las respiratorias y de tipo cardiovascular, señalaron ayer especialistas que participaron en la Semana de la Sustentabilidad Alemania-México, quienes calcularon que tan sólo en 2014 hubo 14 mil hospitalizaciones y 800 mil consultas por esta causa.
En la mesa Calidad del aire y movilidad, Jorge Macías, de CTS Embarq; Gustavo Alanís, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, y Gabriela Alarcón, del Instituto Mexicano para la Competitividad, consideraron que la sociedad no percibe la gravedad del problema de la contaminación y de su impacto en la salud.
Una muestra de ello es que durante el reforzamiento del programa Hoy no circula de la Ciudad de México, los automovilistas protestaron porque se limitó su derecho a la circulación, pero no por los efectos que los altos niveles de infición podrían tener en su cuerpo, explicaron en ese acto, realizado en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Cuestionaron que los mexicanos cuiden mucho la calidad del agua que toman, pero no hagan lo mismo con el aire que respiran, sobre todo cuando se sabe que el ser humano consume 14 mil litros de aire al día, en tanto toma dos litros o litro y medio de agua en promedio.
Los especialistas explicaron que la mala calidad del aire es responsabilidad de todos: de las fábricas que no cumplen las normas ambientales, de los gobernantes que construyen infraestructura para alentar el uso del automóvil, de la falta de financiamiento para transporte público y de quienes no quieren sujetarse al Hoy No Circula o los reglamentos en la materia.
Destacaron que las medidas adoptadas durante la contingencia ambiental en la capital del país en los pasados tres meses no solucionan de fondo el problema. Sostuvieron que se requieren otras acciones, entre ellas la eliminación de subsidios perversos, como el de los combustibles fósiles; evitar la construcción de segundos pisos, que generan más circulación de automotores y más emisiones contaminantes; generar incentivos para la adquisición de autos limpios, y financiar un transporte público eficiente.
También debe haber congruencia en las autoridades, pues por una parte fomentan el uso de la bicicleta y por el otro construyen segundos pisos.
De igual manera consideraron necesario invertir en la red de monitoreo, pues de las 34 ciudades con más de 500 mil habitantes que tienen problemas con la calidad del aire sólo en 12 se miden los contaminantes, y de ellas únicamente en dos se reportan en tiempo real.
Fuente: La Jornada
