¿Recuerdas cuando estabas por entrar a la universidad y te encontrabas dudoso entre una carrera y otra? Seguramente muchas personas a tu alrededor te daban consejos sobre por qué A era mejor que B, las razones por las que debías estudiar B en determinada escuela y no en otra e incluso te recomendaban programas que tú no habías ni considerado; sin embargo siempre estuvieron también quienes se mostraron comprensivos y te aconsejaron más bien cubrirte los oídos y pensar en lo que más te gustaba hacer.
Elegir en mejor camino para tu paso por la universidad no fue una tarea fácil, y si has sido de los emprendedores que deciden que la escuela no es el espacio en el que desean invertir su tiempo, posiblemente esta elección tampoco haya sido sencilla; pero una vez que atravesaste esa línea es muy probable que te sintieras como la persona más feliz y afortunada en la tierra. Fue ese sentimiento lo que te dio la energía para pasar largas noches sin dormir pensando en las entregas finales, fue esa sensación la que te ayudó a renunciar a algunas fiestas y divertirte en otras aún sabiendo que tenías un examen al día siguiente, fue todo eso lo que te ayudó a hacer de la universidad una de las mejores etapas de tu vida; así que ¿a dónde se ha ido toda esa motivación?
De acuerdo con información de la consultora Gallup, sólo el 13% de los empleados en el mundo se encuentra satisfechos y comprometidos con su trabajo actual y el 24% se encuentran activamente desconectados de él, lo que significa que están descontentos y son improductivos para sus organizaciones.
Sólo el 13% de los empleados en el mundo se encuentra satisfechos y comprometidos con su trabajo
Esto quiere decir que aproximadamente uno de cada ocho trabajadores están psicológicamente comprometidos con su trabajo y pueden estar haciendo contribuciones positivas a sus organizaciones, mientras que la mayor parte de los profesionales en todo el mundo carecen de motivación y son menos propensos a hacer un esfuerzo adicional a favor de la organización.
Desafortunadamente, esta realidad no sólo afecta la productividad de las empresas, sino también la calidad de vida de las personas en los diferentes países, ya que en los países avanzados la mayoría de las personas invierten más de un tercio de su día en el trabajo.
En el marco del Aspen Ideas Festival 2016, David Brooks, columnista del NY Times y Arthur Brooks, presidente de American Enterprise Institute destacaron que, como han demostrado diversos estudios el título universitario o nivel de ingreso no son factores determinantes en la satisfacción laboral. «Las iglesias, sinagogas y mezquitas del mundo están llenas de personas que necesitan encontrar un propósito moral en su vida», aseguró David.
De ahí que cada vez más empresas responsables se encuentren preocupadas por ayudar a sus colaboradores a encontrar el propósito de su trabajo compartiendo con ellos su compromiso social.
Si tu empresa todavía no se ha sumado a esta tendencia, estos expertos comparten algunos consejos sobre cómo encontrar el significado en tu trabajo sin ayuda.
1. Piensa en el bien mayor
David Brooks asegura que el trabajo se vuelve mucho más satisfactorio cuando uno piensa en la rutina diaria como un medio para alcanzar ideales más elevados, ya sea a nivel personal o colectivo.
Así que si quieres hacer de tu trabajo algo realmente significativo es importante que comiences por pensar hacía dónde te está llevando la labor que realizas día con día. Quizá te ayuda a ser una mejor persona, a desarrollar nuevas habilidades o a contribuir activamente en el bienestar de tu comunidad.
2. Encuentra momentos significativos
El significado de cada puesto de trabajo proviene de momentos clave. Se trata de esos minutos en tu día en los que todo parece fluir casi por acción de una fuerza invisible y tú eres el único con el poder de identificarlos.
Para algunas personas se trata de cuando alcanzan una meta importante y para otros quizá es ese instante en que pueden ayudar a un compañero o una parte de sus procesos que les resulta particularmente agradable.
Sin importar cuál sea tu momento es necesario que lo encuentres cuanto antes; quizá te encuentres con la sorpresa de que hay más de un instante en tu rutina que te hace completamente feliz.
3. Pregúntate cómo ayudas a los demás
«El objetivo principal de toda la música es nada menos que la glorificación de Dios y el disfrute del hombre», esa es la razón por la que Johann Sebastian Bach aseguró haberse convertido en compositor y seguramente es distinta a la de muchos otros músicos en su época. ¿Qué te motiva a ti a hacer tu trabajo todos los días?, ¿qué es lo que tu labor aporta a tu entorno?
«Las personas felices sienten que son necesarias», aseguró Brooks y compartió el ejemplo de un hospital en el que mientras algunos trabajadores de mantenimiento veían su trabajo como «limpiar el suelo», otros lo describían como «la creación de un entorno seguro para los pacientes».
4. Pregúntate por qué haces lo que haces
Una de las preguntas más comunes cuando conoces a una persona es ¿qué haces, a qué te dedicas? seguramente estás bastante acostumbrado a ella, pero piensa por un momento qué pasaría si a esa pregunta siguiera una mucho menos común: ¿por qué?
Es cierto que el dinero es sin duda uno de los factores que motiva a los trabajadores a realizar su labor cada día, es necesario, pero más allá de todo eso necesitas preguntarte ¿por qué este trabajo y no cualquier otro?, ¿es principalmente por el dinero?, ¿tiene que ver con el reconocimiento?, ¿es por poder?, ¿es porque ayudo a otros?
5. Persigue tus miedos
David Brooks recomienda a los trabajadores preguntarse qué harían ahora si no tuvieran miedo. «Encuentro que el miedo es un buen GPS sobre el lugar al que me gustaría ir aún si encuentro algunos obstáculos en el camino».
Agregó que cada profesión tiene desventajas e implica algunos sacrificios, por lo que debemos preguntarnos también qué estamos dispuesto a hacer o hasta dónde queremos llegar.
6. Se consciente del momento
Arthur Brooks dice que en el transcurso de su carrera en American Enterprise ha notado que las diferentes etapas de la vida de las personas impactan directamente en su desarrollo profesional; mientras los nuevos talentos alrededor de los 20 y cercanos a los 30 están constantemente buscando nuevas ideas y emprendiendo proyectos, a medida que se acercan a los 40 su trabajo comienza a centrarse en lo expositivo y hacen cuanto pueden por escrito; y una vez que se aproximan a los 60 se convierten en mentores.
Brooks explica además que lo que sucede en esta última etapa es que con frecuencia los talentos mayores delegan demasiado en los más jóvenes y poco a poco comienzan a sentirse irrelevantes, por lo que consideró que es importante conservar algunos elementos de las primeras etapas.
David por su parte asegura que ha encontrado que las personas más felices son aquellas que dividen su vida en distintos capítulos y evolucionan con ellos. «Si yo estuviera escribiendo ahora sobre los mismos temas que hace unos 13 años, sería horrible», destacó.
Realmente no importa si coincides con la perspectiva de Arthur o David, lo que vale la pena rescatar de este punto es que cada uno buscará el sentido de su trabajo y de su vida en un espacio distinto, lo importante es encontrar ese valor.
7. No pongas todo en el trabajo
Seguramente no necesitas una cita de Arthur Brooks para conocer la importancia de mantener un equilibrio entre tu vida personal y tu desarrollo laboral. Lo que seguramente no imaginabas es que este experto te reta a poner en la balanza no dos, sino cuatro aspectos de tu vida:
- Trascendental: Sin importar la religión a la que pertenezcas o sí perteneces a una, este aspecto se refiere a todo lo relacionado a tu vida espiritual. La forma en la que buscas tranquilidad y te sientes en paz contigo mismo y con tu entorno.
- Familiar: Es el tiempo de calidad que dedicas a tu familia, ya sean tus hijos, tu pareja, tus padres o hermanos.
- Comunidad: Aquí entra el tiempo que dedicas a tus amigos, pero también la forma en que sirves a tu comunidad, es decir cuando decides sumarte como voluntario o trabajar por una buena causa.
- Búsqueda del éxito: Desde luego que este punto se refiere al aspecto laboral, pero no sólo habla de trabajar por trabajar, sino de revisar todos los consejos anteriores para encontrar un empleo significativo que genere valor en todos los otros aspectos de tu vida.
A que esto del equilibrio sonaba mucho más fácil cuando se trataba únicamente de tu trabajo y tu vida personal.