Martha no sabe lo que es tener un hogar estable. Su infancia y juventud las pasó de estado en estado, de casas rentadas a la vía pública y albergues, de donde también ha migrado.
Ella no habría tenido muchas oportunidades si la Fundación Renacimiento no hubiera ampliado el rango de atención de su población hasta los 23 años, luego de detectar que la cifra de jóvenes en calle supera la de los menores de edad.
José Vallejo, director de la institución de asistencia privada, explica que si se consideran los años de estudios que requiere una persona y el que la mayoría de los jóvenes llega de la calle con primaria inconclusa, se requiere una cobertura mayor para dotarlos de mejores herramientas.
El Universal, Df y Edomex, p. 16
Click sobre la imagen para ampliar
Click sobre la imagen para ampliar