Realmente no importa en qué disciplina te hayas especializado. En un mundo que se transforma a una velocidad cercana a la de luz y un mercado que exige talento cada vez más joven es muy frecuente encontrarte con anuncios de reclutamiento solicitando estudiantes o recién egresados con algunos años de experiencia, excelente nivel en uno o más idiomas, manejo de software especializado, disponibilidad de horario y muchas ganas de trabajar horas extra.
Podríamos abrir un extenso debate sobre cuán éticas o irresponsables resultan estas prácticas al interior de las empresas. En 2013 la editorial Condé Nast cerró su programa de pasantías luego de que dos antiguos becarios presentaran demandas ante la Corte Federal de Distrito en Manhattan alegando incumplimiento de las leyes laborales federales y estatales, ya que la compañía presuntamente pagó a estos colaboradores menos del salario mínimo por turnos de más de doce horas.
Sin embargo más allá de las prácticas, a veces cuestionables, de cada organización, es un hecho que los estudiantes de cualquier disciplina se enfrentarán a un mercado laboral cada vez más competitivo en el que especializarse y adquirir experiencia rápidamente no sólo es una buena idea, sino resulta vital para su desarrollo profesional.
Para quienes desean adentrarse en el mundo de la responsabilidad social, esto se vuelve particularmente importe, pues además del conocimiento teórico y las habilidades prácticas necesarias para cumplimiento de su labor, los profesionales de esta área necesitan asegurarse de ser especialmente sensibles a los problemas sociales y ambientales que aquejan a sus comunidades; esto es algo que definitivamente debe aprenderse fuera del salón de clases.
A todo ello hay que sumar que si bien las empresas y los gobiernos de diferentes países del mundo han comenzado a reconocer la sustentabilidad como un elemento esencial en la estrategia de negocios, muchos de los puestos destinados a ello ni siquiera llevan la palabra sostenibilidad en el título, y cuando lo llevan casi siempre es en cargos de nivel gerencial o incluso directivo. Esto hace que para los estudiantes y recién egresados sea especialmente complicado hallar una vía de entrada para la construcción de una carrera sólida.
¿Qué hacer entonces?
Por fortuna existen algunas alternativas que sin duda ayudarán a los nuevos talentos que desean emprender este proceso.
1. Postulate como pasante
Identifica una empresa cuyos valores y esfuerzos en responsabilidad social te resulten atractivos y sean afines a tu propósito personal, investiga un poco sobre su cultura organizacional y luego averigua si cuenta con un programa de pasantías que pueda ajustarse a tus necesidades. Si todavía estás estudiando es importante considerar tu horario académico, recuerda que el objetivo es impulsar tu desarrollo profesional, no limitarlo.
Una pasantía es una manera efectiva de obtener experiencia práctica, conocer personas y comprobar si realmente quieres construir una carrera en responsabilidad social; te ayudara a tener un primer contacto con el mundo corporativo y a adquirir las habilidades necesarias para desempeñarte dentro de él a través de experiencias reales y con la tutoría necesaria para darte seguridad.
2. Trabaja en tus relaciones
Trabajar en tus relaciones quizá no te de experiencia inmediata en el ambiente corporativo, pero sin duda será necesario a lo largo de toda tu carrera profesional. No sólo se trata de tener una relación cordial con quienes podrían ser tus próximos compañeros o incluso tus líderes en proyectos futuros, se trata de trabajar tu relación con todo el entorno.
La forma en la que interactúas con el medio ambiente y con las personas en general dice mucho de tus valores y de tu habilidad para escuchar las necesidades de tus stakeholders, por lo que es muy importante que trabajes en tu forma de mostrar empatía con quienes te rodean y sobre todo, respeto por todos los seres vivos.
3. Conviértete en voluntario
Convertirte en voluntario es la prueba definitiva de tu compromiso social, se trata de poner todas tus habilidades al servicio de otros sin el interés de tener nada a cambio; aunque ciertamente eres quien más gana en el proceso, ya que además de poder incluirlo en tu currículum y hasta en tu perfil de LinkedIn, aprenderás de los retos que enfrentan las organizaciones del tercer sector y adquirirás la experiencia necesaria para ponerte en marcha en la construcción de una carrera profesional en responsabilidad social.
4. Emprende un proyecto responsable
Si ninguna de estas oportunidades te convence todavía, ¿qué esperas para crear tu propio proyecto responsable? Tener éxito es sin duda el escenario más deseable, pero el fracaso tampoco es algo a lo que debas temer, ya que este se convertirá en un cúmulo de experiencia que no podrías haber adquirido de ninguna otra forma. Atrévete a intentarlo, lo peor que puede suceder es que tengas un impacto menor al que esperabas y quien sabe, quizá consigas crear una solución realmente innovadora en el proceso.
