Las mujeres también tienen pene. Y las clases de educación sexual no te lo van a enseñar. El clítoris, que está compuesto por el mismo tejido eréctil que el pene, también tiene un prepucio y un glande, y en promedio mide casi 20 centímetros.
¿Cuál es la única diferencia con el órgano sexual masculino? El clítoris está casi totalmente en el interior. Si no lo sabías, tranquilo, incluso las que poseen un clítoris no están aún demasiado familiarizadas con este órgano de placer.
Es la razón que ha llevado a Odile Fillod, una investigadora farncesa, a realizar un modelo de clítoris en tamaño real en 3D y en open source (copyleft). Por lo tanto, será fácil imprimirlo en 3D e incorporarlo a las clases de educación sexual.
“Es importante que las mujeres tengan una imagen mental de lo que se produce realmente en sus cuerpos cuando están estimuladas”, ha explicado Odile Fillod al Guardian. Y prosigue:
“Entender el papel fundamental que realiza su clítoris puede ayudar a una mujer a dejar de avergonzarse o de sentirse anormal si las relaciones sexuales pene-vagina no la hacen llegar al orgasmo. Dadas las características anatómicas, es el caso de la mayoría de las mujeres.
También es primordial que las mujeres sepan que el equivalente del pene para ellas no es la vagina, sino el clítoris. Las mujeres tienen erecciones cuando están excitadas, pero éstas son casi invisibles porque el clítoris está en el interior. Quería demostrar que hombres y mujeres, en el fondo, no son tan diferentes.“
Aprendemos lo esencial de la anatomía humana en biología. Pero las clases de educación sexual están compuestas prácticamente por horribles imágenes de órganos genitales destruidos por las ETS, generalmente seguidas de risas debido a la incomodidad de hablar de ese tema en clase.
Nos hablan del ciclo menstrual de las chicas y de la erección de los chicos, pero ¿en qué momento nos hablan de la erección femenina? Las clases de educación sexual se centran tanto en los riesgos de las relaciones sexuales que olvidan hablar del placer.
https://www.instagram.com/p/BEAmcWZlV2x/
Obviamente nos hablan de los métodos anticonceptivos, pero el mensaje que se queda grabado en la mente de los adolescentes es que las relaciones tienen un objetivo reproductivo. Pero eso no es lo peor, las clases de educación sexual transmiten peligrosos estereotipos sobre el sexo. Un reciente estudio entregado al gobierno francés destaca que los programas de educación sexual provocan el cliché que afirma que los chicos se interesan más a la sexualidad, mientras que las chicas le dan más importancia al amor.
Una educación sexual que se interese por el placer (porque es la razón por la que la mayoría de nosotros follamos) más que el aspecto reproductivo produciría tal vez una generación de amantes menos egoístas, y sobre todo menos ignorantes. Esto podría ayudar a acabar con esa idea patriarcal según la cual las mujeres tienen menos interés por el sexo, actividad que se supone que ellas desearían o apreciarían menos que sus compañeros masculinos. Nosotras también tenemos las mismas ganas de sexo que los chicos, aunque nunca se hable de masturbación femenina en clase. ¿Chicos masturbándose mientras las chicas se quedan con los brazos cruzados? Perdón, pero no lo creo.
El clítoris en 3D creado por Odile Fillod podrían evitar las concepciones erróneas sobre el orgasmos femenino, y permitir a las chicas tener menos vergüenza sobre el funcionamiento de su cuerpo.
Los chicos heteros podrían saber por fin cómo brindar placer a las chicas, valiéndose menos del porno, que por lo general está hecho por hombres y para hombres, y que no dice nada sobre el placer femenino. Incluso puede que esto ayude a reducir la presión que se echan encima los hombres para que sean buenos en la cama y que tengan un pene perfecto, porque al fin y al cabo, si conocemos algo más sobre el orgasmo femenino, eso no tiene tanta importancia.
El modelo de clítoris de Odile Fillod ha sido realizado en open source. En teoría, cualquier profe podría imprimir un clítoris en tamaño real e incorporarlo a sus clases de educación sexual. De aquí hasta que cada joven mexicano tenga en su pupitre un clítoris, tocará esperar un largo rato, pero esperemos que algunos profes con conciencia se atrevan a dar el primer paso.
Fuente: Konbini