Muchas veces se piensa que la RSE no se puede implantar en empresas que no sean grandes corporativos o marcas que lo consideren en su estrategia como parte de la vinculación con sus consumidores, sin embargo, no hay que olvidar uno de los puntos más importantes que hace que la responsabilidad social trascienda y esto es que los colaboradores la vivan.
Estuvimos en la actividad de integración anual de Trapoist, una empresa de logística fundada en el 2008 y que aunque este sea su primer año con el Distintivo ESR, tiene mucho más que decir que este sello por medio de sus acciones.
Este año decidieron que la actividad de integración tuviera matices sociales y ambientales, por lo que llevaron a cabo una reforestación en la Sierra de Guadalupe que estuvo plagada de elementos que la sacaron de lo ordinario y vincularon a los miembros de la organización de manera que lograron vivir y entender la RSE.
Te dejamos tres lecciones que aprendimos en este evento:
1-. Considera el entorno del colaborador
Desde muy temprano los colaboradores se dieron cita en la Sierra de Guadalupe, parque estatal del Estado de México que fue elegido por la empresa debido a que forma parte del área en la que operan, pero además, es uno de los pulmones circundantes de gran parte de las viviendas de los colaboradores.
La organización extendió la invitación a las familias de las personas que laboran en ella, de manera que pudieran vivir una mañana de real convivencia, aprendiendo a cuidar el entorno que habitan y transmitiendo esta cultura a las personas con las que viven.
2-.Se creativo y sal de la monotonía
Para calentar motores, la organización sorprendió con un rally en el que cada una de las estaciones tenía relación con los valores que se viven en la empresa, cultura organizacional, medio ambiente e incluso los objetivos de desarrollo sostenible, esta, sin duda sería la estación más especial, ya que gracias a esta actividad muchas personas conocerían los principales desafíos del mundo actual y darían propuestas sobre como trabajar por cada uno ellos en su día a día.
3-.Haz de la sustentabilidad algo sencillo
Si bien la gente ya había tenido una gran mañana de aprendizaje lúdico, los organizadores tuvieron la idea de regalar a cada uno de los participantes un kit que comprendía una mochila, camiseta, gorra y un kit para sembrar en casa, pero lo más importante de esto fue que cada elemento presentaba características sustentables y se dieron a la tarea de explicarles cómo esto era un ejemplo claro de sustentabilidad, ya que la mochila era de llantas recicladas, una de sus principales materias primas y las camisetas eran de PET, como el que suelen reciclar en sus oficinas.
Fuera de un informe de sustentabilidad o una matriz de materialidad, esta empresa supo hacer llegar el conocimiento en la materia de manera sencilla, atractiva y divertida, considerando su audiencia y demostrando que muchas veces el formato hace toda la diferencia