Imagina que cuentas únicamente con 1.25 dólares al día, ¿cuántas cosas tendrías que sacrificar para sobrevivir de la mejor manera con ese dinero? Seguramente te verías obligado a eliminar al menos un 90% de tus gastos. Pues bien, esta panorama no es solo un supuesto para millones de personas, es una realidad que viven día a día.
De acuerdo con las Naciones Unidas, una de cada cinco personas de regiones en desarrollo se encuentra en pobreza extrema, esto representa vivir con menos de 1.25 dólares al día; y muchos más millones de personas se encuentran en riesgo de caer en ésta al percibir poco más de esa cantidad.
La falta de recursos es solo el detonante de una serie de problemas relacionados al desarrollo físico y social, como el hambre, la desnutrición o el acceso limitado a la educación y otros servicios básicos. Sin mencionar la discriminación, exclusión social y falta de participación que afecta la interacción de estas personas y comunidades.
El tema es tan relevante que incluso encabeza la lista de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para transformar el mundo, los cuáles han sido considerados como las principales problemáticas a resolver a nivel mundial por Naciones Unidas . El objetivo consiste en “Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo” pero ¿cuál es la mejor manera de lograrlo?
Algunos gobiernos hacen esfuerzos y crean estrategias de desarrollo para garantizar que todos los hombres y mujeres tengan los mismos derechos en términos económicos. Naciones Unidas planea para 2030 fomentar la resiliencia de personas en situación de pobreza extrema y reducir su vulnerabilidad a fenómenos externos, así como implementar sistemas y medidas de protección social para todos, entre otras metas.
A pesar de estos esfuerzos es importante recordar que este no es un tema único de los gobiernos, somos una sociedad y como tal, es responsabilidad de todos participar en la erradicación de la pobreza y buscar que el desarrollo sea inclusivo.
¿Qué puede hacer tu empresa?
La iniciativa privada es pieza fundamental para una meta tan ambiciosa, no solo es cuestión de motivar el empleo; aunque esta práctica es muy importante, las compañías pueden participar con programas de seguridad social que incluyan múltiples beneficios.
Otra manera de hacer la diferencia es a través de programas o campañas de apoyo a comunidades perjudicadas por fenómenos naturales, desastres económicos o sociales.
Además, como empresas podemos desarrollar negocios sociales, programas de apoyo a emprendedores, financiamiento, capacitación o proyectos productivos, que garanticen el desarrollo económico sostenible de las comunidades.
¿Qué puedo hacer como persona?
Aunque no vivas de cerca la situación, una experiencia de este tipo no te debe de ser ajena; como individuos de la sociedad civil podemos involucrarnos con distintas acciones que ayudarán al cumplimiento de este objetivo.
Si quieres saber qué tanto estás contribuyendo con tus acciones diarias a erradicar la pobreza, puedes contestar el siguiente test y lo descubrirás.