Todo, absolutamente todo lo que consumimos tiene tras de sí el uso de agua en alguna parte de su proceso de producción. Puede no parecer verdad que la industria textil o la fabricación de aparatos electrónicos gasten desmesuradamente el líquido que necesitamos para vivir, pero lo cierto es que lo hacen y las compañías deben replantear su modo de producción para reducir su huella hídrica. ¿Está la tuya haciendo lo necesario? Descúbrelo con este test y conoce lo que debes hacer para salvaguardar este importante recurso.
En un artículo recientemente publicado por The Guardian, seis expertos respondieron preguntas como ¿qué políticas han ayudado a las compañías a reducir la cantidad de agua que usan?, ¿cuál es el rol de la tecnología en la reducción de consumo de agua?, ¿cómo pueden las compañías comprometer a sus proveedores para que gestionen de manera sostenible el agua?, ¿cómo pueden monitorear y reducir el uso de agua?, ¿cuáles son los obstáculos de estas prácticas y cómo pueden superar estos problemas?
Todo depende de seis pasos.
1. Reconocer el valor del agua
Aún cuando sabemos que la necesitamos para vivir, nos hemos malacostumbrado a la idea de que el agua es eterna. Cuando las empresas también la despojan de su valor, no invierten suficiente en infraestructura y servicios hídricos que no solo ayudarían a ahorrarla sino a tratar las aguas residuales y la contaminación.
2. Medir el uso
Recolectarla, usarla y descargarla son acciones clave para una compañía y su reducción de huella hídrica. Además de hacer auditorías y monitorear el agua, es primordial distinguir entre uso directo e indirecto. El uso directo de agua puede ser medido internamente de manera sencilla y eficaz; el uso indirecto es más difícil de calcular ya que va más allá de los límites de la empresa. Herramientas como el programa The Rippleffect –una guía para identificar cuánta agua utiliza un negocio y las medidas que debe tomar para ahorrar ese consumo– pueden asistir a las compañías para resolver este problema. El simple hecho de reunir información de los proveedores a través de un estándar global como Carbon Disclosure Project (CDP), también ayuda a tener una mejor gestión del recurso.
3. Comprometer a los proveedores en gestión hídrica
Innocent Drinks, una compañía que vende smoothies y jugos, logró que los agricultores de fresas en España redujeran su consumo de agua en un 40% mediante la aplicación Irrifresa, que calcula los tiempos óptimos para la irrigación diaria. Empezaron con un pequeño grupo de agricultores y, cuando comprobaron que la técnica funcionaba, fueron expandiendo el proyecto.
Comprometer a los agricultores fue clave para nuestro proyecto. Sin su participación no teníamos nada, ni acceso a la información ni cultivos para probar nuevas prácticas. –Jessica Sansom, directora de sostenibilidad en Innocent Drinks.
Innocent Drinks tuvo que considerar cómo reducir el consumo de agua a bajo costo y conservando la misma calidad de las cosechas.
4. Aprovechar la nueva tecnología
Las compañías de agua pueden tener un rol importante en pruebas experimentales y en mostrar tecnologías innovadoras. “Medir de manera inteligente y tener información amplia puede ayudar a las organizaciones pequeñas a expandirse y convertirse en grandes corporativos que tengan un mejor entendimiento y gestión del uso de agua”, afirmó Aaron Burton, director de proyectos y programas en Waterwise, una organización independiente especializada en la eficiencia hídrica.
Thames Water realizó una prueba en sus oficinas ubicadas en la ciudad de Reading, reemplazando los retretes de doble descarga, grifos y mingitorios por equivalentes de bajo consumo y redujo el uso de agua en un 83%. La compañía calculó que si todos los baños en las oficinas fueran renovados de la misma manera, salvarían hasta 4.8 millones de litros de agua y £9,950 (más de 200 mil pesos) en costos por año.
5. Asegurar el compromiso interno
Comprender los riesgos hídricos es clave para asegurar la participación comprometida de la compañía. Hay tres tipos de riesgo: el físico, que significa no obtener la calidad o cantidad de agua requerida para las operaciones actuales o la expansión a futuro; el regulatorio, que surge de cambios en la legislación regional y, por último, el riesgo de reputación que emerge de no manejar de manera responsable el uso de agua.
6. Trabajar en equipo
Una compañía puede tomar medidas para reducir su uso de agua, pero si no colabora con otras empresas y accionistas puede que no tenga éxito en mitigar los riesgos a los que se expone. “La colaboración es fundamental. Nuestra proyecto en España es una asociación entre más de 15 compañías, organizaciones de investigación y ONGs. Trabajar solo no tiene sentido”, afirmó Sansom de Innocent Drinks.