Si estas inmerso en el mundo de los negocios seguramente has escuchado más de una vez el término elevator pitch, utilizado para describir un discurso breve que tiene como objetivo presentar un proyecto o compañía en un máximo de treinta segundos, mientras se busca despertar el interés de un posible cliente o inversionista.
La técnica se asocia típicamente a la posibilidad de encontrar a bordo de un elevador, a una persona que podría ser importante para el crecimiento de tu negocio; una oportunidad única que sabes no volverá a repetirse, pero que te otorga un límite de tiempo para exponer el valor de tu organización. Sin embargo, un elevator pitch puede ser de gran utilidad en toda clase de situaciones, por ejemplo una comida o una reunión de networking.
Claro que aquellas personas capaces de lograr esta misión de manera efectiva necesitan tener muy claro el propósito de su organización, aquello que los distingue de su competencia y lo que pueden ofrecer a cada grupo de interés específico. Para crear un discurso eficiente, los expertos recomiendan responder a cinco preguntas fundamentales:
- ¿Quién eres?
- ¿Qué haces?
- ¿Para quién lo haces?
- ¿Para qué lo haces?
- ¿Qué vas a hacer los próximos cinco años?
Crear un elevator pitch es, por ello, muy útil no sólo para contar con una herramienta de exposición sólida, sino también para poner a prueba cuán claro tienes el valor de tu organización y lo que ésta tiene para ofrecer al mundo.
¿Por qué en RSE?
Cuando hablamos del compromiso social de una organización, tendemos a pensar en un discurso complicado que explica problemas complejos y soluciones que, a menudo son presentadas con mayor complejidad de la que tiene e realidad. Este paradigma ha rodeado a la sustentabilidad de una nube de confusión que casi siempre la hace complicada, inalcanzable y poco deseable para los consumidores y otros grupos de interés.
Lo primero que debes tener muy claro es que si deseas utilizar un elevator pitch como una herramienta para conseguir aliados estratégicos, necesitarás generar más de uno. Cada uno de tus stakeholders tiene motivaciones e intereses distintos, y con cada uno de ellos tendrás un objetivo diferente; ¿acaso conquistarías igual a un inversionista que a un posible voluntario?
Generar un elevator pitch para un emprendimiento social, una organización de la sociedad civil o el compromiso social de una marca es fundamental, ya que esto no solo te permite contar con una herramienta para atraer donadores, inversionistas y aliados estratégicos; también ayuda a deshacerse de esa nube de humo negro que hemos colocado en torno a la sustentabilidad corporativa y convertirnos en entidades capaces de una comunicación más eficiente.
La técnica Wow-How-Now
Una de las técnicas más utilizadas para la elaboración de un elevantor pitch es la llamada Wow-How-Now, que consiste en dividirlo en tres secciones: un llamado de atención, una explicación del como y un panorama general que contemple el futuro. Veamos cada una con detalle y descubramos cómo se aplica a la responsabilidad social.
Wow
Para construir un elevator pitch efectivo, es vital conseguir la atención de tu interlocutor para los próximos treinta segundos, así que la primera etapa juega un papel fundamental en este proceso. Puedes utilizar una pregunta inquietante, un dato duro o lo que se te ocurra para despertar el interés de tu interlocutor, pero es importante que esté íntimamente relacionado con el resto de tu mensaje; de lo contrario corres el riesgo de perderlo al minuto siguiente.
Conoce a tu objetivo:
Pregúntate a quién tienes frente a ti y en qué puede ayudarte, pero una vez que lo tengas claro, no olvides que debes también conocer cuales son sus motivaciones.
Pregúntate por qué importa:
Ya que sabes qué motiva a la persona frente a ti, pregúntate por qué tu proyecto debería importarle y qué beneficio puede tener por apoyarte.
Ten un buen rompehielos
Preguntar por el clima no solo es trillado, también es muy poco eficiente. En lugar de recurrir a ellos utiliza toda la información que tienes y condénsala en una sola oración que cautive la atención de tu interlocutor; puedes utilizarla incluso antes de presentarte (quizá debas disculparte luego, pero al menos tendrás su atención). Por ejemplo: ¿Sabías que las marcas sostenibles crecen un 30% más rápido que las demás?
How
Una vez que haz capturado la atención de tu interlocutor, no puedes confiarte, debes asegurarte de que el resto de tu discurso cumpla sus expectativas y explicar cómo es que lo prometido durante la primera etapa puede ser tangible. Este puede ser el mejor momento de hacer brillar la ventaja competitiva de tu organización. ¿Cómo?
Céntrate en soluciones
No desperdicies demasiado tiempo explicando cuál es el problema y por qué es importante resolverlo; en lugar de ello procura concentrarte en cómo es que tu proyecto puede contribuir a resolverlo y cuáles son los beneficios que tu interlocutor obtendrá al sumarse a tu causa.
Habla de tus grupos de interés
Habla sobre tus aliados estratégicos, las personas y comunidades que se benefician con tu labor y la forma en que tus consumidores se involucran con tu compromiso social. Esto le dará a tu interlocutor un panorama general del proyecto y la certeza de que su participación será reconocida en el futuro.
Elimina las palabras de moda
Olvídate de una vez de las frases más trilladas como ayudar a quienes más lo necesitan, una solución innovadora,y el futuro que deseas para tus hijos; tus grupos de interés ya las han escuchado todas muchas veces y ninguna constituye una razón para apoyar tu iniciativa por encima de otras. En su lugar, elige términos que describan las acciones precisas que comprenden tus esfuerzos responsables.
Recuerda las validaciones y respaldos
Si cuentas con certificaciones y reconocimientos que puedan respaldar tu compromiso social, ahora es cuando puedes aprovecharlos. Recuerda que no se trata de contarlas una a una, ni hacer el mensaje más y más largo, sino de seleccionar aquellos elementos que puedan despertar el interés de tu interlocutor; si lo logras, ya habrá tiempo de profundizar en los detalles de tu proyecto.
Now
Llegada la fase de cierre, lo importante es dejar la puerta abierta a una charla más detallada sobre el tema. En este punto quizá valga la pena destacar un ejemplo de tus actividades actuales, pero lo más importante es destacar tus planes de crecimiento a futuro y dejar muy claro el propósito de tu iniciativa, mismo que (si has hecho bien tu tarea) seguramente corresponderá a los valores de tu organización.
Explica tu propósito
Ya que has dicho el cómo, necesitarás ofrecer a quien te escucha una visión del futuro. Pregúntate hacia dónde están orientados todos tus esfuerzos y cómo es que cada uno de ellos transforma para bien el mundo en el que vivimos. Luego pon todo ello en pocas palabras capaces de evocar una imagen positiva del mañana.
No olvides los beneficios
Para que tu elevator pitch sea realmente efectivo, éste tiene que incentivar una acción por parte de tu interlocutor. Recuerda qué es eso que puede motivar a tu interlocutor y vuelve hasta ahí, ya que más allá de qué y cómo, son los beneficios los que conseguirán despertar su interés en conocer los detalles de tu iniciativa.
Deja las puertas abiertas
No dejes que los nervios te controlen y deja siempre la puerta abierta a más información. Si te es posible, carga siempre con tarjetas de presentación y no te olvides de mencionar el nombre de tu iniciativa por lo menos tres veces, ya que es muy importante que quien te escucha sea capaz de recordarlo si desea buscar alguna referencia más tarde.
Bueno el artículo de hoy. Felicidades