Algunas ONG cuestionan el acuerdo firmado entre Intermón-OXFAM y la cadena hotelera Sol Meliá por el cual ésta última se compromete a vender y promocionar artículos de comercio justo.
¿Vale todo en la venta de productos de comercio justo? ¿Es compatible que grandes multinacionales que vulneran algunos derechos laborales o el medio ambiente distribuyan este tipo de productos? Es lo que se están cuestionando estos días diversas ONG, a raíz del acuerdo al que han llegado Sol Melià, la primera transnacional española del sector hotelero, e Intermón-OXFAM.
La ONG y la cadena hotelera establecieron hace tres meses un acuerdo de colaboración por el cual ésta se compromete a promover el consumo de productos de comercio justo de Intermón-OXFAM.
El acuerdo, además, pone en marcha “una serie de iniciativas conjuntas que reforzarán su labor en el ámbito de la cooperación, la acción humanitaria y la sensibilización del comercio justo”, tal como se afirma desde Intermón-OXFAM.
Posturas encontradas
Las reacciones ante el acuerdo no se han hecho esperar. La Red de Consumo Solidario critica esta alianza y pone de manifiesto la necesidad de la cadena Sol Meliá de limpiar su imagen, ya que recientemente se ha visto envuelta en diversas polémicas medioambientales en México y Costa Rica, además de haber sido denunciada por sus propios trabajadores por vulnerar sus derechos laborales.
El artículo también acusa a Intermón-OXFAM de haberse asociado con esta y otras empresas, como la cadena norteamericana Starbucks, para ver aumentar sus beneficios sin que importen las acciones de dichas corporaciones.
Setem, por su parte, opina que es bueno que los productos de comercio justo se comercialicen a través de compañías que puedan llegar a un público más amplio, mientras se respete el proceso en el que se sustenta el comercio solidario.
Desde Setem Madrid y Castilla La Mancha afirman que «la introducción del comercio justo en las grandes cadenas debe ir acompañada de un trabajo de seguimiento y denuncia de las prácticas injustas realizadas por las empresas, junto con la sensibilización sobre el comercio justo dentro del sistema actual de comercio internacional».
Organizaciones como Sodepaz también defienden que no se puede colaborar con empresas que no respetan los derechos de las personas con las que trabajan, que promueven la deslocalización, que destruyen la actividad económica y comercial locales y que explotan a los trabajadores.
Intermón-OXFAM afirma que el comercio justo necesita aumentar su campo de actuación. Según la ONG, qsi Asia, Latinoamérica y África consiguieran aumentar la cuota de sus exportaciones mundiales en tan sólo un 1% los beneficios generados supondrían cinco veces la cantidad que reciben en concepto de ayudas y más de 100 millones de personas saldrían de la pobreza.