Cada vez más empresas asumen el compromiso de contribuir al desarrollo de las comunidades, principalmente de aquellas en las que operan. Se han dado cuenta que su crecimiento está estrechamente relacionado con el desarrollo económico, social y cultural de su entorno.
Los programas sociales que se enfocan en resolver problemáticas específicas son una excelente forma de participar activamente en la agenda de desarrollo sostenible de la ONU, que pretende erradicar la pobreza, proteger al planeta y asegurar prosperidad.
Sí, tal vez todo esto suene utópico, sin embargo es posible y no es tan difícil como parece. ¿Por dónde empezar? basta con elegir una causa social, preferentemente alineada al core business de la compañía, y estructurar un plan o metodología que te lleven paso a paso a la realización del proyecto.
A continuación te presentamos el ejemplo de una empresa que comparte la metodología de uno de sus programas de empoderamiento social, realizado durante 2016 y tuvo como objetivo generar procesos participativos entre los vecinos.
Compartamos Banco trabajó con un programa que se desprendió del Día Compartamos con tu Comunidad, llamado “A grandes retos, un gran equipo”, donde hubo una necesidad de identificar la situación de comunidades vulnerables y mejorarla a partir de la generación de nuevas capacidades.
La metodología fue la siguiente; a lo largo de 4 meses en 2016, Compartamos Banco, de la mano de promotores sociales de Fundación Hogares trabajaron en 8 pasos:
1.- Elección de sedes.
Primero se establece con el área de ventas las zonas estratégicas, éstas pueden ser elegidas por el número de clientes; posteriormente el área de responsabilidad social revisa la zona para hacer más eficientes los costos operativos y establece los lugares para propiciar la generación de alianzas que ayuden a maximizar el apoyo.
2.- Pre-diagnóstico.
El área de minería de datos y logística proporciona las zonas estratégicas y se validan con los gerentes anfitriones. Los promotores sociales realizan visitas a la zona y analizan las condiciones físicas, culturales, sociales y de seguridad para determinar las zonas con mayor potencial.
3.- Diagnóstico.
Una vez elegida la zona, los promotores realizan distintas actividades y dinámicas con los vecinos para sensibilizarlos acerca de la importancia que tiene el cuidado de espacios comunes, e identificar sus necesidades sobre los espacios de mayor concurrencia con los que se pueda trabajar el programa.
4.- Talleres de empoderamiento y plan de acción.
Una vez detectadas las necesidades, los promotores imparten talleres de autoestima y empoderamiento, con el fin de acompañarlos en la elaboración de un plan de trabajo que les permita trabajar en equipo para mejorar los espacios; entonces se forma un comité vecinal que prioriza y calendariza las acciones.
5.- Actividades pivote.
Después de la planeación se realizan actividades con los vecinos para poner en práctica lo aprendido en los talleres. Se realizan jornadas de limpieza, reforestaciones, arreglos en camellones, talleres culturales, entre otros. Estas actividades incentivan la participación de cada vez más vecinos.
6.- Gestiones y alianzas.
Los promotores dan asesoramiento al comité vecinal para la formulación de alianzas locales que se puedan sumar. Además gestionan apoyos formales con instituciones públicas o privadas para la donación de árboles, jornadas de salud, iluminación, etc.
7.- Día Compartamos con tu comunidad.
La comunidad recibe el apoyo de más de 100 voluntarios entre colaboradores, familiares y clientes de Compartamos Banco, que aportan su tiempo para limpiar, sembrar, pintar y hacer actividades culturales.
8.- Mantenimiento y evaluación.
Finalmente el comité vecinal elabora un plan de mantenimiento que consiste en preservar las mejoras que se hicieron; esto a su vez sirve como compromiso para definir más actividades que permitan continuar con el trabajo en equipo y mejorar el entorno. La idea es que una vez que los promotores sociales se retiren, los vecinos sigan trabajando.
Meses después, el área de responsabilidad social de Compartamos Banco y el aliado regresan al sitio para ver los avances y evaluar el impacto del proyecto.
Como resultado en 2015 se llevó el programa a 6 colonias; 3 en el Estado de México y 3 en Jalisco, en 2016 se agregaron 3 más en Puebla. En total se rehabilitaron 10 espacios públicos y se ofrecieron 862 servicios de salud.
Los vecinos aportaron 34,385 horas de trabajo y aprendieron a gestionar alianzas y apoyos, logrando 38 aliados con un valor de 3.5 millones de pesos.
Tanto la metodología como los resultados vuelven a éste, un modelo replicable y exitoso para empoderar a las comunidades.