Todo comenzó en 2015, cuando Uber, la red de transporte privado, colocó anuncios en Craiglist con el objetivo de atraer a nuevos conductores para el servicio.
Los anuncios, publicados entre enero y marzo de ese año, ofrecían atractivas tarifas de pago por hora.
En Boston, Estados Unidos, por ejemplo, se les dijo a los conductores potenciales que podrían ganar US$25 la hora.
Pero menos de 10% de los conductores en esa ciudad lograron realmente obtener esa cantidad, según los documentos legales de la demanda presentada a la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos.
En declaraciones separadas entregadas a los medios y publicadas en su sitio web, Uber indica que “el ingreso potencial que un conductor en UberX puede obtener un año es más de US$90.000 en Nueva York y más de US$74.000 en San Francisco”.
La FTC afirma que la cantidad promedio que ganaron en esas ciudades los conductores que trabajaban una semana de 40 horas, fue significativamente menor (US$29.000 y US$21.000 respectivamente).
La Comisión enumera 18 ciudades en todo Estados Unidos donde, dice, Uber está presentando una imagen mucho más lucrativa que realista.
En Baltimore, menos de 20% de los conductores ganaron US$16 por hora. En Chicago, menos de 20% obtuvieron US$21. En Minneapolis: menos de 10% ganaron US$18, etc.
“Costo, riesgo y carga”
El jueves, Uber acordó pagar US$20 millones a esos conductores para llegar a un acuerdo. Aún no hay detalles sobre cómo lo hará, pero la FTC ordenó a la compañía trabajar con la Comisión para encontrar una forma de lograrlo.
La compañía indicó que el pago no constituye una admisión de culpabilidad y disputó la forma como la FTC calculó las cifras.
Uber afirma que ha modificado la forma como anuncia los potenciales ingresos de los nuevos reclutas, pero no entró en más detalles.
“Estamos complacidos de haber llegado a un acuerdo con la FTC”, indicó una portavoz.
“Hemos hecho muchas mejoras a la experiencia de los conductores durante el año pasado y continuaremos enfocándonos en asegurar que Uber es la mejor opción para cualquiera que esté buscando ganar dinero con un horario propio”.
La queja de los conductores, sin embargo, es que las mejoras en la experiencia de los conductores no incluye cubrir los costos de manejar y mantener un auto.
La compañía indicó que el pago no constituye una admisión de culpabilidad y disputó la forma como la FTC calculó las cifras. “La realidad de ser un conductor de transporte compartido está muy lejos de la imagen color rosa que estas apps describen y es alentador ver que la FTC los está reprendiendo y reembolsando a los conductores”, afirma Jim Conigliaro del Gremio de Conductores Independientes.
“Las compañías como Uber transfieren el costo, el riesgo y la carga a los conductores y a los contribuyentes cuando no logran ofrecer los beneficios básicos que muchos estadounidenses dan por hecho, desde seguros de salud hasta ausencias por enfermedad”.
“Además de eso, los conductores deben pagar la cuenta del vehículo, gasolina, reparaciones, mantenimiento, seguro, y la lista continúa”.
La FTC también criticó a Uber por las opciones de financiamiento que da a los conductores interesados en rentar un auto por medio de la compañía.
Las autoridades reguladoras indican que los conductores pagan en promedio US$200 a la semana, más que lo que se anunció al principio.
El dinero para pagar el arrendamiento es substraído automáticamente de los ingresos del conductor.
Fuente: Animal Político