La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) será una de las asignaturas que más darán que hablar en este 2017. Pero, ¿cómo se materializará en la realidad? El Informe de Tendencias en Gestión de Intangibles elaborado por el Research Centre of Governance, Sustainability and Reputation ha avanzado las previsiones de lo que vendrá en este año. Entre ellas, tendencias fundamentales:
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): ya no es solo cuestión de minimizar los riesgos sociales y medioambientales, sino de crear un modelo económico que transforme el actual en uno más comprometido con el desarrollo. En 2016, la Comisión Europea presentó el plan estratégico sobre desarrollo sostenible de cara al 2030. Los ODS no solo serán importantes para las agendas estructurales de países y regiones, sino también se espera que las empresas vayan incorporándolos progresivamente en sus estrategias, ya que, sin ellas, no podrán cumplirse estos objetivos.
Ética y transparencia: En 2017 se consolida como algo fundamental que las empresas sean claras en qué quieren participar, por qué y cómo quieren ser reconocidas por ello. En lo que concierne al sector privado, la Ley de Transparencia es uno de los pasos más recientes y reconocibles en esta área. En España, además, existe la iniciativa integral Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad de Forética, centrada también en la divulgación de información no financiera de las empresas españolas. Ser transparente, dialogar y ser ético son claves.
También hay que añadir las tendencias que han marcado la hoja de ruta en el 2016 y que también serán protagonistas en el nuevo año:
Cambio climático: tras el Acuerdo de París y la Cumbre de Marrakech, es el momento de pasar a la acción. Este 2017, en el que se cumplen 25 años de la Cumbre de Río (Earth Summit), se celebrará la Cumbre del Clima en Boon y se podría aprobar la Ley del Cambio Climático en España. Los líderes del sector público y privado “tirarán del carro” con sus estrategias y compromiso con las emisiones y las energías limpias. Además, la Task Force on Financial-Related Disclosures del Financial Stability Board, el grupo de trabajo del G20 creado en enero de 2016, impulsa una mayor transparencia en relación a la gestión de los riesgos del cambio climático en la información hacia el mercado para todos los sectores.
Seguir mejorando el engagement: escuchar al público, saber lo que le preocupa e intentar responder a sus inquietudes. Los canales de escucha han mejorado y ayudan a impulsar el diálogo real con los grupos de interés. Una organización que renuncie a su importancia camina hacia el fracaso.
Fiscalidad responsable: una empresa es fiscalmente responsable cuando no lleva a cabo ningún tipo de acción o estrategia (ya sea legal o no) para pagar menos impuestos. En este sentido, la Unión Europea (UE) ha diseñado una directiva con el objetivo de mejorar la transparencia corporativa en materia fiscal, a través de la introducción de requisitos de reporting para las grandes compañías que operan en Europa. Por otra parte, también destaca el proyecto promovido por el G20 y los países de la OCDE: BEPS (Base Erosion and Profit Shifting). Este plan, en el que participan más de 100 países, busca luchar contra la elusión de impuestos a través de la renovación de los estándares fiscales internacionales.
CaixaBank está comprometido con la importancia del desarrollo de la RSC. A finales de 2016 se ha puesto en marcha el Observatorio Social de ”la Caixa”, una iniciativa con el propósito de aportar ideas y resultados tangibles que enriquezcan el debate público sobre problemas que nos afectan a todos y cuya resolución marcará el rumbo de nuestro país en los próximos años.
El papel de las entidades financieras en el impulso de una economía sostenible es clave, especialmente en el ámbito de la financiación y en el impulso de la inversión responsable. CaixaBank es firmante de los Principios de Ecuador y su gestora de fondos, CaixaBank Asset Management, también ha firmado los Principios de Inversión Responsable.
Fuente: madridiario
