Para muchos inmigrantes, hacer nuevos amigos puede con frecuencia facilitar la abrumadora tarea de adaptarse a un nuevo país. Pero algunos países son más hospitalarios que otros. En parte por cuestiones culturales, y en parte por la disposición y capacidad de sus habitantes a entenderte en tu idioma y enseñarte el suyo.
Para ayudar a determinar dónde es posible adaptarse más rápido, la red mundial InterNations recientemente realizó su encuesta anual, en la que participaron 14.000 expatriados de 191 países, y a quienes se les hicieron preguntas como qué tan fácil es instalarse en la nación de destino o qué tan fácil es hacer amigos.
Estos son los primeros cinco lugares del ranking de InterNations sobre las naciones más amigables para migrar.
Uganda
Según esta encuesta, Uganda es el país más amigable del mundo. Obtuvo 56% en la categoría de “hospitalidad general” (el promedio mundial fue 26%).
Charlotte Beauvoisin, una británica que vive en Kampala -capital ugandesa- dice que la hospitalidad es parte esencial de la cultura de este país.
Nadya Mileva, de Bulgaria, coincide con esta apreciación. “Este es un país con mucho que ofrecer, desde paisajes impresionantes hasta bares y restaurantes de gran lujo”.
La otra cara de esta moneda es que Uganda sufre de cortes de luz ocasionales, contaminación ambiental y una infraestructura que contribuye con los enormes embotellamientos en las vías.
Sin embargo, “la mayoría de los visitantes aman el país; muchas personas deciden residenciarse aquí”, comenta Beauvoisin.
La mayoría de los extranjeros vive en Kampala, donde es muy común encontrar personas que hablan inglés y hay restaurantes internacionales. En la ciudad no hay vecindarios exclusivos para ugandeses o para expatriados.
En general, el costo de la comida y los sueldos son aceptables, por lo que los expatriados pueden mantener un alto nivel de vida en esta nación africana.
Costa Rica
Este país centroamericano sobresale en todas las categorías de esta encuesta como un país donde es muy fácil asentarse.
El 89% de los expatriados se encuentra a gusto con el sentimiento general de hospitalidad de los locales, mientras que el 79% dice sentirse “como en casa”.
Tanto los extranjeros como los nativos forman una comunidad que se identifica con el sentimiento “pura vida”, que engloba una de las expresiones más comunes en Costa Rica.
“La idea de vivir una ‘vida pura’ es la promesa de esta tierra, algo que desean todos aquellos cansados del bullicio y el ajetreo”, señala Diana Stobo, dueña de una posada en el país.
“Las personas comparten el mismo objetivo. Es difícil sobresalir financieramente, por eso la mayoría encuentra paz y harmonía en lo que tienen. Sin sudar, sin preocupaciones, sin problemas. Pura vida”.
La mayoría de los extranjeros en situación de retiro tienden a residenciarse en zonas de playa como Guanacaste, Jacó y Manuel Antonio, en el centro occidente del país.
Por su parte, a los profesionales les gusta vivir en el Valle Central, cerca de la capital, San José.
Santa Ana y Escazú (a 8 kilómetros de San José) son muy populares entre estadounidenses y europeos.
El costo de la vida se ha incrementado en los últimos 10 años, y en algunos lugares una taza de café puede ser tan costosa como en Londres.
Sin embargo, como en la mayoría de los países, si sabes dónde buscar y deseas mantenerte dentro de un presupuesto modesto, encontrarás muchos sitios donde puedas comer y comprar a precios razonables.
Colombia
Para muchos extranjeros, Colombia te hace sentir muy rápido como en casa.
“Los colombianos son personas deseosas de mostrarle a los visitantes su país en una onda positiva; son muy receptivos y hospitalarios“, comenta Anne Marie Zwerg-Villegas, oriunda de Estados Unidos y residente de Bogotá.
“Colombia es uno de los países con menor porcentaje de residentes nacidos en el extranjero en el mundo, así que somos una novedad. Los locales creen que somos turistas y nos tratan como turistas”.
La mayoría de los expatriados vive en la capital del país, Bogotá, cuya población es de ocho millones de habitantes.
Aunque el tráfico es “horrendo”, según cuenta Zwerg-Villegas, vale la pena porque vive cerca de su oficina. La mayoría de los profesionales se establecen en zonas como Chicó, Rosales, Usaquén y Cedritos, donde encuentras modernos centros comerciales, restaurantes con comida étnica diversa y clubes sociales y deportivos.
Los más jóvenes y aventureros pudieran considerar vivir en áreas más hacia el sur de la ciudad, como Teusaquillo o Soledad, donde abundan las cervecerías artesanales y discotecas baratas.
Dado que Colombia es un país agricultor, puedes encontrar frutas frescas y vegetales a lo largo del año a precios muy asequibles. Por otra parte, los servicios son económicos.
Omán
Este es uno de los países más soleados en el mundo, y su gente refleja esa calidez. Una cultura hospitalaria enraizada en la fe genera una franca apertura hacia los visitantes.
“Tradicionalmente, los omaníes son muy hospitalarios con el extranjero. Por sus acentuados antecedentes islámicos y sus creencias, les apasiona ayudar a sus vecinos o a aquellos que lo necesiten. Fácilmente pueden invitar a un extraño a tomar café o comer dátiles en la casa”, comenta Nicole Brewer, quien vive en Nizwa, a 160km de la capital, Mascate.
El país es conocido por su estilo de vida al aire libre y las aventuras, con buen clima y áreas para acampar.
“No me mudaría a Omán por su vida citadina”, advierte Rebecca Mayston, oriunda de Nueva Zelanda y ahora habitante de Mascate.
La capital cuenta con más bares y restaurantes que cualquier otra ciudad en el país, y Mayston cuenta que muchos de sus amigos extranjeros que viven aquí vienen los fines de semana a disfrutares de las discotecas.
Aunque el costo de la vida se ha encarecido, sigue siendo uno de los países económicamente más asequibles de Medio Oriente.
Filipinas
Este país insular se ha convertido en un lugar predilecto para muchas multinacionales que han abierto oficinas allí, generando una población de extranjeros provenientes de todo el mundo.
Hoy en día, residentes de 159 países no requieren visados para entrar a Filipinas. El inglés es el idioma predominante y los residentes muestran mucho entusiasmo al darles la bienvenida a los visitantes.
“Los filipinos son personas muy abiertas y serviciales, lo cual hace que el extranjero se sienta parte del lugar”, señala Eleanor Webley, oque vive en Manila, la capital.
Hay una cultura muy marcada por las festividades, lo cual representa muchas oportunidades para hacer nuevos amigos.
Aunque muchos de los extranjeros viven en Manila, también hay quienes buscan establecerse cerca de las hermosas playas del país.
Tagaytay, a 74 kilómetros al sur de la capital, es una isla popular para quienes quieren disfrutar del mar y seguir conectados a las ciudades, a través del transporte público.
Filipinas tiene 7.100 islas y los extranjeros adoran el estilo de vida tropical de este país, pero si prefieres la vida citadina puedes quedarte en distritos de negocios como Makati y Ortigas Center en Manila, o en Cebú, la segunda ciudad del país, ubicada en una de las islas centrales.
Por lo general, el costo de la vida no es alto, y una persona con disciplina presupuestaria puede arreglárselas mensualmente.
Fuente: Animal Político