Viviendo en medio de una era en la que los consumidores están cada vez más enamorados de las marcas que se comprometen con mejorar su impacto ambiental y social, ser una empresa responsable no es una opción. Los seres humanos han comenzado poco a poco a transformar la forma en la que se relacionan con su entorno y las organizaciones necesitan con urgencia responder a este cambio, especialmente si desean atraer a los mejores talentos y crear vínculos sólidos con sus consumidores.
No, no es un mito urbano. Los millennials las prefieren verdes, y lo cierto es que lo más probable es que la genración Z no tenga deseos radicalmente distintos; así que las empresas que deseen sobrevivir a estos cambios generacionales deberán adoptar sin duda un modelo de gestión responsable. Estas nuevas generaciones tienen sus esperanzas puestas en el sector privado para generar un verdadero cambio, están dispuestas a apoyar a las marcas que respondan a sus demandas con palabras y acciones, pero también a alejarse de aquellas que se preocupen únicamente por su propio bienestar.
En el mercado laboral, se trata de profesionales que buscan colaborar en la construcción del cambio que quieren ver en el mundo. Ellos buscan integrarse a compañías que les ofrezcan un sentido de propósito y los ayuden a crear un impacto positivo en sus comunidades. Tener un salario alto no es prioritario y están dispuestos a sacrificar este beneficio a cambio de trabajar a favor de los intereses de una empresa responsable.
La RSE aún es joven
El camino no es tan fácil. La responsabilidad social corporativa en México y en muchos países del mundo todavía es joven; y aunque muchas empresas parecen bastante más avanzadas en el tema, falta todavía un largo camino de profesionalización antes de que la industria alcance una etapa de madurez.
La RSE y casi todos los conceptos que se relacionan con ella están rodeados de nubes de confusión y las empresas son en gran medida responsables de ello. La ausencia de un profesional dedicado a integrar mejores prácticas dentro de un modelo de negocio, la presencia de acciones como el greenwashing y la falta de una agencia de comunicación especializada, ha llevado a los consumidores a mantener cierto nivel de escepticismo que debemos combatir con urgencia.
¿Qué hace un asesor en RSE?
Aunque existen muchas compañías que han entendido con bastante profundidad lo que significa integrar la RSE a su modelo de negocio, siempre es necesario que un profesional examine a profundidad la realidad corporativa e identifique nuevas áreas de oportunidad.
La razón es que a menudo las organizaciones presentan sesgos inconscientes, resultado de años de paradigmas fuertemente arraigados en la cultura organizacional.
Un experto en responsabilidad social que trabaje de manera externa será capaz de identificar dichos sesgos con mayor facilidad, ofrecerá al personal nuevos caminos para el desarrollo de sus habilidades y el crecimiento de los programas de responsabilidad social y aportará nuevas ideas con base en su experiencia.
Seguramente tu empresa conoce bien las tendencias dentro de su industria, pero un experto en RSE podrá mostrarte un panorama amplio sobre el futuro de la responsabilidad corporativa, pondrá en tu radar distintos casos de éxito y te mantendrá actualizado sobre los posibles ajustes en la normatividad.
En materia de comunicación, un asesor puede ser especialmente útil para evaluar si tus mensajes comerciales y de RSE están efectivamente alineados con los valores de la marca y no violan ningún principio de inclusión o respeto a la diversidad.
Además, un experto en esta materia será de gran utilidad al momento de generar un informe de responsabilidad corporativa, que si bien no es un documento obligatorio, sí constituye una herramienta de comunicación y seguimiento sobre los resultados alcanzados por tu organización.
Qué hará un asesor que no pueda hacerse en casa
Un buen consultor en responsabilidad social estará familiarizado con el contexto socioeconómico de la comunidad en la que una compañía opera y será capaz de contextualizar los programas de RSE para adaptarse a las necesidades locales; especialmente cuando se trata de compañías internacionales.
Recuerda que, aún cuando cuentes con un deptartamento de RSE, tu equipo no tiene por qué estar familiarizado con todos y cada uno de los aspectos que conforman este modelo de gestión. Las empresas a menudo dejan esta labor en manos de personal de mercadotecnia o comunicación; de manera que un consultor con una formación sólida y especializada podrá ayudarlos a establecer indicadores clave de rendimiento, herramientas de medición y marcos de evaluación.
El asesor ofrecerá a la compañía una visión amplia sobre tendencias y mejores prácticas; aunque si esta cuenta con personal interno de RSE, será este equipo quien se asegure de que cada una de ellas pueda alinearse con el modelo de negocio y responda a las necesidades de la organización.
Algunos mitos de la asesoría en RSE
Existen varios mitos que rodean la contratación de un asesor de RSE; rompamos algunos.
Es para obtener un distintivo: Aunque la participación de un asesor puede ser fundamental para la obtención de un distintivo, certificación o reconocimiento determinado, su labor va mucho más allá de los trámites correspondientes. Su misión es asegurar que la empresa adquiera un entendimiento produndo sobre la RSE y adopte un compromiso sólido con sus principios.
Es para empresas que inician: En el proceso de integrar la RSE como modelo de gestión, las organizaciones atraviesan diferentes etapas; cada una de ellas requiere la participación de un experto que ayude a garantizar que la empresa continúa por el camino correcto y avanza a paso firme.
Es permanente: La participación de un consultor o asesor en responabilidad corporativa no debe en ningún caso ser permanente. Su misión es ayudar a la organización a adquirir el conocimiento y las herramientas necesarias para que su compromiso continúe funcionando de forma natural.
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Excelente articulo.