Mientras estuviste laborado en tu empleo, seguramente disfrutaste de las satisfacciones que te dejó la empresa; de la experiencia, de la compañía de los compañeros y hasta de los que se hicieron amigos, pero hubo algo que hizo que renunciaras a ese lugar o definitivamente te despidieran.
Si es tu caso, es muy importante que sepas que todo lo que digas será utilizado en tu contra en algún futuro.
¡Sí! La personas que están dentro de ese trabajo también están relacionadas con otras que seguramente te pueden ayudar para abrir las puertas en otro lugar pero si tu hablas mal de ellos es muy poco probable que te recomienden.
Sin importar si estás renunciando o te están despidiendo, por más difícil que sea mantener la calma, según Entrepreneur, hay una serie de claves que te ayudarán a que tu panorama sea mucho mejor para que tu vida laboral sea más sencilla cuando decidas cambiar de empleo.
1.- Ser grosero
Si ya te notificaron tu despido o estás decidiendo renunciar es una grosería tener mal comportamiento con quien era tu jefe, compañeros de trabajo y con la empresa en general. Quizás estés enojado y por eso estés haciendo cambios en tu vida pero debes tranquilizarte y buscar el desahogo con alguien externo a la empresa.
2.- Ser orgulloso
Si estás dejando tu empleo por algo mucho mejor, es importante que no te sientas “superior” sólo porque tendrás un mejor sueldo o mejores condiciones de trabajo ya que esto provoca una seria molestia entre tus excompañeros.
3.- Hablar mal de la empresa
Es como si hablaras mal de ti mismo, puesto que tú estuviste durante algún tiempo laborando para ellos y te pusiste la camiseta de la empresa. Por favor, ¡no lo hagas! Te verás terrible.
4.- Prometer vínculos
Estamos de acuerdo con que conserves los datos de la empresa para una futura referencia o aclaraciones pero prometer alguna relación más allá de lo laboral no es lo correcto.
Por otro lado, si te dieron una tarjeta de nómina lo más adecuado es que mejor canceles la cuenta y que en tu nuevo trabajo te asignen una nueva.
5.- Juzgar a tu jefe o a tu antiguo trabajo
Nuuuuuuuuuuuunca digas frases como: “aquí no saben tratar a la gente” “no necesito de ustedes” entre otro de esto tipo de frases ya que son una pésima forma de despedirse de un sitio laboral, todo esto habla de ti.
Y no sólo es que se hable mal de ti, también a la horade referirte para otros empleos, los jefes no tendrán problemas en decir que en tus últimos días laborales con ellos, decidiste juzgarlos y hablar pésimo de la empresa ¡Aguas!
La clave siempre está en: Relaciones positivas.
Expertos en reclutamiento laboral de OCC Mundial y Laborando.com advierten que renunciar a un empleo puede ser más provechoso cuando:
- El gasto o el desgaste es mayor a las ganancias financieras y/o profesionales.
- El tiempo para vida personal y laboral ya no puede distinguirse ni separarse.
- Tu superior inmediato y/o tus compañeros son personas intratables aunque hayas intentado lidiar con ellos.
- Si nunca recibes una retroalimentación o un balance por tu trabajo.
- Si no hay proyección de crecimiento y/o tus iniciativas no son tomadas en cuenta.
- Si llega una mejor alternativa personal y/o profesional, o bien si alcanzaste tus objetivos financieros o de conocimiento propuestos cuando recién ingresaste a ese lugar.