Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el 2030 casi el 60 por ciento de la población mundial vivirá en ciudades. Es ante este panorama que nos volvemos conscientes de la importancia de crear un modo de vida urbana sustentable, tal como la misma ONU indicó en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Hemos aprendido que los ODS marcan el camino hacia las prácticas empresariales y mercados del futuro”, fueron las palabras que Ban Ki-moon, ex secretario general de la ONU, dio durante el foro «Empresas y la Agenda 2030: Asegurando el Camino a Seguir» en 2016.
No es coincidencia que este discurso haya surgido después de la presentación de los ODS, pues esta nueva agenda de sostenibilidad es la primera que ubica a las empresas como agentes clave de desarrollo global, al mismo nivel que los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil (OSC).
Es por eso que muchas compañías ya se han comprometido con la iniciativa y han ayudado al desarrollo de comunidades sostenibles. Saben que su participación es fundamental porque se han dado cuenta que sus negocios solamente pueden prosperar si las poblaciones donde operan también lo hacen.
Aunque el esfuerzo individual de cada compañía sin duda es valioso, no se compara con el impacto que puede tener un trabajo colectivo, es decir, el esfuerzo conjunto de un grupo de empresas con una misma meta. De hecho, el último ODS habla precisamente de Alianzas para Lograr los Objetivos, remarcando la importancia de las colaboraciones inclusivas.
Lo mejor de esto es que antes de que se crearan los ODS y cuando apenas estaban en marcha los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), surgió en el 2002 una iniciativa cuya meta es expandir la acción empresarial para fomentar el desarrollo de las comunidades sostenibles en los países latinoamericanos: RedEAmérica.
Impulsando el desarrollo sostenible de las comunidades
Conformada por 80 compañías y organizaciones de origen corporativo en 13 países de América Latina, esta red busca ser un punto de referencia para la cocreación de conocimiento y estructuración de prácticas que contribuyan a la sustentabilidad en las poblaciones con un enfoque de desarrollo base.
Una comunidad sostenible es aquella que construye democráticamente su territorio, buscando un equilibrio entre aspectos económicos, ambientales, sociales, institucionales y humanos con una perspectiva de equidad en el largo plazo. –RedEAmérica
La iniciativa se gestiona bajo tres ejes de acción:
- Aprendizaje. Promover que los integrantes intercambien prácticas para que sus propias acciones se transformen y progresen.
- Colaboración. Conseguir que los miembros formen alianzas entre ellos, independientemente de la red.
- Visibilidad. Lograr que las experiencias que crean sean manifiestas fuera de la organización.
Además, la red considera que un modelo de negocio sostenible tiene cuatro caminos complementarios que incorporan aspectos sociales y ambientales:
- Productos y servicios que generen valor.
- Operaciones que tengan en cuenta criterios sostenibles.
- Redes de valor con principios de inclusión social.
- Un entorno socio-político que promueva la construcción de comunidades sostenibles.
En México, algunas de las compañías y fundaciones empresariales que forman parte de la red son CEMEX, el Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), Educación Financiera Citibanamex, FEMSA, Fundación Autobuses de Oriente (ADO), Fundación IEnova, Fundación PepsiCo México, Gentera, entre otras más.
Como lo ha demostrado la red, su visión y modelo de trabajo están cien por ciento en concordancia con el propósito de los ODS.
“Cuando analizas muy bien un territorio, una comunidad que tiene una visión de sostenibilidad, estás tocando todos y cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que van desde temas sociales, de corrupción, de paz, ambientales, urbanos”, dijo al respecto Martha Herrera, presidenta de la Junta Directiva de RedEAmérica y directora corporativa de Responsabilidad Social (RSE) de CEMEX. “Hay una correlación total y absoluta”, agregó.
Entre sus logros, RedEAmérica puede declarar que ha invertido más de 13 millones de dólares en el acompañamiento y cofinanciación de 200 proyectos comunitarios, que benefician directamente a más de 45 mil personas y 400 organizaciones de desarrollo base.
Asimismo, desde hace tres años la red convoca al Premio Latinoamericano Transformadores, el cual reconoce las iniciativas más innovadoras de sus integrantes y las empresas ligadas a ellos en dos categorías: Inversión Social Privada y Comunidades Sostenibles, y Negocios y Comunidades Sostenibles.
Hablando de los miembros de la red y sus programas de RSE, cada uno contribuye a resolver diversas situaciones en las comunidades, como la conservación de zonas naturales, generación de empleos, cuidado de la salud y el bienestar, infraestructura, entre otros apoyos. Esto lo hacen a través de sus mismos productos y/o servicios, sus operaciones, su entorno o el desarrollo de negocios sociales inclusivos.
A medida que avanzamos encontramos nuevos desafíos, pero las lecciones de los 80 miembros, sus experiencias, es lo que enriquece a RedEAmérica. –Margareth Flórez, directora ejecutiva de RedEAmérica.
Es importante no confundir el trabajo de estas empresas con un tipo de ayuda paternalista que únicamente brinda los recursos, pero no impulsa el desarrollo de las capacidades que hacen sustentable a una comunidad.
“Cuando nació RedEAmérica en el 2002, parte de lo que nosotros queríamos era romper con las prácticas asistenciales”, comentó Flórez. “Creemos que [el paternalismo] no transforma y genera más dependencia (…) Nosotros creemos que las comunidades sostenibles se construyen entre los distintos actores de un territorio”.
Para continuar fomentando el desarrollo de comunidades sostenibles, es necesaria la participación de más actores. Por ello, la red siempre está invitando y aceptando nuevos integrantes que se alineen a su misión.
“Hay muchos esfuerzos individuales, pero el impacto es menor. Cuando se hace de manera colectiva, hacia un mismo fin, con una misma visión, pues el impacto suele ser más grande, escalable y replicable”, añadió Herrera quien, además, habló de la propia experiencia de CEMEX y los esfuerzos de RSE individuales de la empresa comparados con el trabajo que ha hecho colectivamente.
“En la medida que fuimos entendiendo que esto es un tema de todos, que había que sumar a otros y que había que sumarnos a otros colectivos (…) es que nos dimos cuenta que nuestro impacto es mucho mayor, multiplicador y transformador”, dijo al respecto.
“Las alianzas son un elemento fundamental en el enfoque de la red”, afirmó Flórez y no está equivocada. Tal como RedEAmérica promueve, es debido forjar asociaciones y establecer una visión unida si queremos fomentar el desarrollo de comunidades sostenibles y alcanzar las metas de los ODS para el 2030.
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