Para empezar…¿Qué es un CEO? Se trata del director ejecutivo o director general, es la máxima autoridad de la organización o la empresa. En inglés se utiliza la expresión chief executive officer (oficial ejecutivo en jefe u oficial superior) o su acrónimo CEO.
En la actualidad, cada vez más CEOs se ven obligados a renunciar por faltas éticas como fraudes, sobornos, abuso de información privilegiada, desastres ambientales o incluso escándalos sexuales, pues estos han ido aumentando alrededor del mundo, según PwC, una de las firmas de consultoría más grandes del mundo. Presta servicios de auditoría, consultoría y asesoramiento legal y fiscal a las principales compañías, instituciones y gobiernos a nivel global.
En un estudio llamado CEO Sucess Study, elaborado por la unidad de negocios de consultoría de PwC, la firma reveló que la sucesión forzada por problemas éticos aumentó de 3.9 por ciento entre 2007 y 2011, a 5.3 por ciento entre 2012 y 2016. Ese aumento se debe a la rendición de cuentas por parte de los ejecutivos y al escrutinio público.
Estas son las cinco tendencias que definen la rendición de cuentas de los CEO, según Strategy&
- Opinión pública: lamentablemente la confianza hacia los CEO ha ido disminuyendo por todos los escándalos en los que ya varios se han envuelto. El público ya no cree en ellos y no está dispuesto a perdonar una mala conducta corporativa.
- Gobierno corporativo y regulaciones: Debido a que el público ya es más crítico con los ejecutivos, ya se han generado acciones regulatorias y legislativas donde hay tolerancia cero ante el mal comportamiento de los altos directivos.
- Entorno operativo de las empresas: frecuentemente las empresas buscan crecimiento en mercados emergentes donde aumentan los riesgos éticos como las posibilidades de soborno y corrupción.
- Comunicación digital: el uso del correo electrónico, los mensajes de texto y los medios sociales ha generado nuevos riesgos de conductas poco éticas. La comunicación digital de una empresa puede generar evidencias irrefutables de mal comportamiento y su existencia aumenta las probabilidades de responsabilizar a los CEO por ello.
- El ciclo de noticias 24/7: a diferencia de mediados y finales del siglo XX, cuando la mayoría de los ejecutivos y las empresas podían mantener un perfil público bajo, en la actualidad el acelerado flujo de noticias e información financiera en internet permite que la información negativa viaje y se difunda rápidamente.
El aumento en las renuncias de CEOs se debe a problemas éticos sobre todo en empresas de Estados Unidos y Canadá. En esos países, la rotación incrementó de 1.6% de todas las sucesiones de 2007 a 2011 y 3.3% de 2012 a 2016.
En las empresas de Estados Unidos y Canadá tienen el porcentaje más bajo de incidencia de renuncias por problemas éticos, en comparación con el 5.9% que sumaron en Europa Occidental y 8.8% reportado en las economías BRIC.
En Estados Unidos aumentaron los despidos por faltas éticas aumentó al doble ya que, según el estudio, cada vez los directores corporativos están menos dispuestos a tolerar la mala conducta. También concluyeron que los ejecutivos que abandonaron sus empresas fue debido a su propia mala conducta o por algún fraude generalizado en la organización.
En 2016, el número de despidos aumentó al 36% frente al periodo anterior. Entre despidos y malas conductas, el importe a pagar es verdaderamente caro, pues se deben pagar indemnizaciones costosas y además las acciones de la empresa empiezan a tener una importante baja. El valor de éstas, suele caer el 13.5% en relación con el índice regional de una empresa durante el bienio en torno al despido de un líder corporativo, según PwC, y muchas veces los ejecutivos cobran decenas de millones al irse.
Debemos dejar claro que al echar al presidente de una corporación por conducta inapropiada puede perjudicar la reputación de la empresa y llega afectar hasta cinco años después del despido, esto lo dice un análisis realizado en el 2016 por la Universidad de Stanford que estudió 38 ejemplos de jefes con mala conducta entre el 2000 y 2015.
Otro estudio de Stanford concluyó que más de la mitad del público general apoya despedir a los jefes con mala conducta. Gary Neilson, uno de los autores del estudio de PwC, dijo que convergieron algunos factores para volver a las juntas menos propensas “a hacer la vista gorda” cuando se cometen faltas éticas. Los accionistas activistas están más insistentes y los directores corporativos tienen nuevas responsabilidades en caso de administración desleal.