Hoy en día se dice que vivimos en igualdad pero la realidad nos demuestra lo contrario. En una cultura masculinizada muchas veces la percepción errónea de los penes hacen que estos se presenten como los villanos del cuento y la causa de muchas problemáticas sociales: violan, acosan en el lugar de trabajo, discriminan en el proceso de contratación… la lista no tiene límite.
Es cierto que las mujeres estamos invisibilizadas en muchos lugares. No es que seamos mejores o peores que los hombres; somos diferentes y debemos defender eso… pero no deberíamos pensar que el pene es el que les da voz a los hombres. Esa es la errónea percepción y en serio presenta un problema social. Funciona de la misma manera en que otros ven el periodo de las mujeres. Seguramente muchas veces si eres mujer has escuchado “Déjala está en sus días” o si eres hombre se lo has dicho a tu novia cuando anda de malas.
Exactamente de eso se trata. Esa percepción es igual de errónea… que la percepción del pene.
Ser mujer en un mundo masculinizado no es fácil pero tampoco tiene que ser más difícil de lo que en realidad es. Claro que decirlo es fácil y esto no termina aquí y ahora. Hay que seguir luchando por ganar espacios pero dejar de pensar que las mujeres vivimos en un mundo de hombres. Es un mundo de ambos. La teoría del pene no como un órgano sexual sino como una concepción mental es lo que está tratando de demostrar un estudio falso titulado: «El pene conceptual como construcción social.»
El mundo del absurdo
Repetiremos… es un estudio falso, con el fin de exponer los absurdos de nuestro actual mundo mediático en donde todo puede publicarse sin sustento. Lo interesante para la responsabilidad social es que el estudio está basado en premisas directamente relacionadas a la equidad de género.
Se trata de un paper escrito por los autores James Lindsay y Peter Boyle que se hizo viral. James Lindsay tiene un doctorado en matemáticas, y es el autor de cuatro libros, como Life in Light of Death. El verdadero nombre de Boyle es Peter Boghossian, profesor de filosofía en la Universidad Estatal de Portland y autor de A Manual For Creating Atheists. Su paper era un engaño, explicándolo en una nota que escribieron para la revista Skeptic.
El paper señala que el pene conceptual se entiende mejor no como un órgano anatómico, sino como una construcción social de la masculinidad tóxica. A través de la crítica, el paper señala que los penes no se entienden como órganos sexuales masculinos sino como un tipo de actuación masculina.
El ensayo que, reiteramos, es un estudio falso, se ha vuelto viral y ultracomentado… Todos tratando de explicar cómo es que el pene dejó de ser un órgano sexual para convertirse en un símbolo… aunque no suena tan disparatado ¿o sí? Para dar un ejemplo de lo que hablamos habría que leer apenas la frase inicial:
La evidencia científica y metacientífica de que el pene es el órgano reproductor masculino es considerada abrumadora y en gran parte incontrovertida… Lo que parece una frase sin sentido es apenas la introducción y luego uno puede leer 3.000 palabras de absurdo absoluto publicadas en la revista académica Cogent Social Sciences ¡que es revisada por estudiosos de las ciencias sociales!
Mas adelante, en el mismo documento… «Es cierto que casi todas las personas de sexo masculino eran varones al nacer y tienen un órgano genital que, entre otros propósitos, lleva el conducto para la transferencia de esperma durante la cópula. Este órgano suele identificarse como el pene, y para muchos «machos» sirve al papel de órgano reproductor. Hay, sin embargo, muchos ejemplos de personas con penes que no se reproducen, no están interesados en producir hijos, son médicamente estériles, o identificadas como asexuales. Aunque estos ejemplos pueden todavía constituir «varones», es claramente falaz identificar sus penes como órganos reproductivos. Además, hay muchas mujeres que tienen penes. Estas son específicamente mujeres transgénero y «machos» cromosómicos que eligen identificarse como mujeres.»
El paper dice que el pene es problemático, y no solo por los delitos como la agresión sexual, sino porque ya no se entiende como una entidad biológica, sino como un acto social constructivo dañino y conflicitivo para la sociedad y las futuras generaciones, ya que incluso es el instrumento excluyente para las comunidades basadas en género, y es una fuente permanente de abuso para las mujeres.
¿Qué es el pene conceptual?
El pene conceptual es la representación operativa del pene en la sociedad, ya que se crea a través de una variedad de actos y declaraciones relacionadas con el género. La conceptualización es la mejor manera de entender el pene.
Pensemos en la enorme cantidad de ideas, insultos, discriminaciones, modismos, etc. que están relacionados a ello. Basta mirar incluso años y años de publicidad fálica para que no quepa duda.
El paper señala que el pene conceptual tiene como consecuencia reposicionar el hipermasculino como poderoso y dominador. Esto es observable incluso cuando el hombre abre sus piernas demasiado en público, por ejemplo en transportes público como aviones, trenes, metro y camiones, «violando el espacio vacío» a su alrededor. La excusa habitual para ello se centra directamente en que sus órganos necesitan espacio. Este comportamiento, visto desde la perspectiva conceptual es una señal inequívoca de ocupar mayor espacio físico de manera dominante… lo que se entiende mejor a través de la hipermasculinidad tóxica (Perkins, 2015).
El machismo es la esencia hipermasculina.
El paper incluso afirma que el «pene conceptual» llegó a acelerar el cambio climático. Los enfoques masculinos destructivos e insostenibles, vistos en políticas y acciones ambientales nocivas son los resultados predecibles de una violación a la naturaleza, consecuencia de una sociedad dominada por los hombres.
Concluyendo el disparate…
Las conclusiones del paper dicen que los penes no se entienden como el órgano sexual y reproductor masculino, sino como una construcción social perjudicial y problemática para la sociedad y las generaciones futuras.
En realidad nadie sabe lo que significa esto porque es un completo disparate. No solo todo el texto es ridículo, también lo son las referencias. Las citas apenas tienen sentido en el contexto. Los autores dicen haber leído cero de las fuentes que citan, a propósito como parte del engaño. Cinco de las referencias son falsas en revistas que ni siquiera existen.
La publicación donde se dio a conocer, Cogent Series, mantiene un modelo de «pagar lo que quieras» para mantener los costos de la publicación como acceso abierto. Por un pago de 625 dólares, Cogent Social Sciences publicó el estudio «El pene conceptual como una construcción social.»
En realidad este artículo nunca debió haber sido publicado, aseguran los autores, quienes hicieron esto para demostrar que en el mundo de hoy, cualquier cosa puede publicarse y volverse un tema de debate serio con muchas consecuencias.
¿Qué te parece este estudio falso?, ¿De verdad es tan ridículo?, ¿O estás de acuerdo en que la percepción errónea del pene es un problema grave? Nos interesa tu opinión. Anímate a dejarnos un comentario.
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