La experta de la Organización Mundial del Turismo lamenta que aún haya agencias que ofrecen viajes para mantener relaciones con menores
Tabú entre los profesionales del sector, el turismo sexual llega en tercera posición de los comercios ilegales en el mundo, justo después de las drogas y las armas. Según datos publicados por las Naciones Unidas, genera 1 millar de dólares al año a nivel mundial, y cuenta entre sus victimas 2 millones de niños. Marina Diotavelli, 51 años, lucha a favor de un turismo «ético» dentro de la Organización Mundial del Turismo (OMT), cuya sede está en Madrid.
Ustedes trabajan desde hace diez años contra el turismo sexual, ¿Por qué esa preocupación surgió tan tarde en la OMT?
Surgió tarde porque la OMT se dio cuenta a principios de los 90 que existía este problema en los países de la región de Asia. Nos alertaron asociaciones ecuménicas, ONG»s que trabajaban allí.
Nos avisaron de la explotación de menores por turistas organizados en redes, o en establecimientos turísticos. Había hasta pequeñas agencias de viajes que vendían «paquetes turísticos» para tener relaciones sexuales con menores, sobre todo en Asia del Este y Pacífico. Allá se han dado muchos casos.
Después de haber investigado, podemos decir que hay algunos turistas en ese tipo de prácticas, pero la mayoría de personas involucradas son locales. Es cierto que los turistas occidentales dan más visibilidad al tema.
¿Qué porcentaje del turismo mundial está involucrado en la explotación sexual?
Han habido investigaciones, estudios universitarios hechos en los 90, que dicen que no va más allá del 2% de los turistas internacionales. No son estadísticas, son estimaciones de investigadores.
Hay también estimaciones de organismos internacionales como ECPAT (End Chile Pornography and Trafficking of Children for Sexual Purposes), hay otras estimaciones de UNICEF. Pero nosotros no podemos saber exactamente cuántos turistas están involucrados y cuántos niños están explotados.
¿Hay agencias que promueven este tipo de turismo desde aquí, como fue el caso de G&F Tours en Miami?
No, ya no hay aquí en Europa. En EE.UU, sí quedan. Y por eso nosotros reaccionamos con el código ético mundial para el turismo adoptado por la ONU en el año 2001. Desde entonces no nos consta que haya ninguna agencia que esté vendiendo eso abiertamente. Ahora, se puede vender informalmente a amigos… donde conseguir niños.
Pero eso no quiere decir que sea una actividad oficial u organizada. Y ahora, con el avance tecnológico cada vez es más difícil localizarlos y saber si se trata o no de una agencia oficial o un profesional del turismo.
Muchas veces se trata de individuos que han tenido una experiencia y quieren que la tenga otro pedofilo, o amigos, o redes. Pero eso ya está fuera de nuestro campo de trabajo, eso no tiene nada que ver con la actividad turística.
¿Qué tipo de advertencias dictan a las agencias de viajes para disuadir a los turistas?
Nosotros estamos en contacto con ONG»s y agencias. Hay algunos países como Italia que obligan a las agencias a poner un warning en todas las documentaciones que distribuyen a los turistas.
Eso es un avance. Avisan que tal actividad es un crimen, que si lo comete uno en el extranjero, no queda impune. Hay una ley que permite sancionarle cuando vuelva a su país de origen. La pena de cárcel depende de la edad del niño acosado, de 5 años hasta mucho más.
¿Quién tiene la competencia para arrestar a los turistas involucrados en el extranjero?
Nosotros pedimos a los que viajan en grupos que denuncien si ven que un turista se está dedicando a este tipo de actividades.
No necesariamente denunciar a la policía local, porque muchas veces no sabemos qué resultado puede tener, ya que en algunos casos la policía puede estar involucrada. Queremos que hablen con ONG»s locales o la OMT, por teléfono o mail, y así podemos hacer el seguimiento.
Contactamos a las autoridades locales y en casos más graves contactamos a INTERPOL, con los que trabajamos desde hace muchos años. Nos llegan denuncias anónimas desde varios países del mundo, pero sobre todo desde Asia, y América.
¿Qué tipo de respuesta, apoyo, tienen por parte de los gobiernos locales?
Nosotros cuando empezamos hace 10 años, muchos gobiernos no querían saber nada aunque era muy obvio que se daban casos. Hemos avanzado mucho, por la política de sensibilización, las recomendaciones de la OMT a los gobiernos…
Hablamos mucho de Asia pero ¿el fenómeno existe aquí?
El problema es que los países emisores creen que es únicamente un problema de los países en vía de desarrollo, como en Asia, África o América, pero existe en España y no solo están involucrados en la explotación de niños, sino que son ellos quienes mandan a los turistas.
Una minoría de los viajeros son pedofilos, y en este caso es imposible controlarlos porque ya tienen sus redes. En otros casos se trata de viajeros que van a esos países y piensan ¿por qué no intentarlo?. No viajan con esta intención, pero lo hacen porque saben que nadie les conoce allá. A esas personas queremos llegar. Son las únicas que pueden entender que están haciendo algo mal.
¿El turismo sexual es tema tabú para las agencias?
Sí, pero el concepto de responsabilidad social corporativa está entrando más en la política de negocio.
Algunas asociaciones piden el boicot de ciertos destinos. ¿Se llegó a ello?
No, no se llega a este punto. Se hizo para los temas de medio ambiente. Pero a nivel social, no se hace. Las empresas están cada vez más abiertas para incorporar el tema de responsabilidad social en sus políticas porque la sociedad civil lo reclama.
¿Qué opina sobre los escritores que mencionan el turismo sexual, como parte y personaje importante de su trama (cf. Houellebecq)?
Bueno, eso es la libertad de cualquier escritor. Nosotros sólo actuamos cuando se trata de menores. Si se trata de relaciones entre adultos, nosotros no podemos intervenir.
¿Presionan a los gobiernos locales para que actúen a nivel político?
Estamos apoyando varios proyectos a nivel local que procuran dar empleo a jóvenes en zona de riesgo en países en vía de desarrollo. Les damos trabajos dignos en los complejos turísticos. En Tailandia, fue así. Tenemos programas de formación en cadenas de hoteles.
Es un proyecto conjunto con el fondo para desarrollo de Naciones Unidas. Si no hacemos nada para esa gente que no tienen otras opciones de trabajo para sobrevivir… Hay familias que llegan a vender a sus hijos. Hay una tolerancia social.
¿La OMT sigue los casos de turismo sexual en los países desarrollados?
En España, la pobreza no está en el origen del problema, sino la sociedad de consumo. Y de lo que tenemos constancia es que no tiene relación con el sector turístico.