Un empleado que normalmente se la vive haciendo comentarios negativos sobre la empresa o sobre sus compañeros generalmente genera conductas tóxicas que afectan directamente a la economía de una compañía.
De acuerdo con el reporte de Conerstone OnDemand, se detalla en su informe “Los empleados tóxicos en el lugar de trabajo” que las conductas de esta persona representan pérdidas por 12,800 dólares anuales en organizaciones con equipos de trabajo compuestos por al menos 20 personas.
“Este tipo de empleados suelen tener problemas personales no resueltos, por ejemplo, dificultad para lidiar con la autoridad o el control. El estado emocional es un componente que las empresas necesitan valorar desde las entrevistas, más no es lo común porque se quiere contratar rápido y al más económico”, explica Oswaldo Vicenté, director general de Expandiendo, firma especializada en coaching de desarrollo organizacional.
El mal servicio a los clientes y el impacto sobre otros compañeros de trabajo, se incluyen en las pérdidas.
Normalmente, en un equipo de trabajo el empleado tóxico hace que el rendimiento de una persona disminuya hasta en un 30%, de acuerdo con el reporte de Cornerstone OnDemand con base en datos de 2016, 63mil empleados contratados a nivel global y cuya relación laboral fue disuelta por razones relacionadas con conductas tóxicas, como violencia, abuso de alcohol o drogas, acoso y hasta falsificación de documentos.
Los empleados tóxicos contagian su comportamiento e influyen en que haya más estrés. Los buenos empleados tienen 54% más de probabilidad de renunciar cuando se encuentran cerca de un colaborador que les resulta amenazante.
¿Cómo identificarlos?
Entre el 5 y el 15% de los empleados en una empresa mediana o grande, tiende a tener un perfil negativo, según estudios de consultorías en México.
Dichas negatividades dañan el ambiente laboral y los objetivos de la empresa, por eso es necesario que te des cuenta quiénes son y tomes las acciones necesarias para decirles ¡adiós!
Estas son las 5 características para identificarlos
1.- Los desleales
Cuestionan todas las decisiones de las personas que están en puestos superiores y se quejan a sus espaldas. Cuando están cara a cara, aparentan apoyarlos.
2.- Los quejosos
Nada les parece, siempre están poniendo sus ojos en blanco y haciendo muecas de desacuerdo. Consideran que algunos comportamientos no están correctos y siempre se quejan.
3.- Los soberbios
Su ego no les permite admitir que se equivocaron y siempre quieren buscar culpables ante todo, generalmente cuando las cosas les salen mal.
4.- Los flojos
Nunca proponen nada, siempre se encuentran en su zona de confort. Cumplen con su horario y hacen lo indispensable. No se preocupan por los objetivos de la empresa.
5.- Los chismosos
Tiiiiiípico. Son las personas que están todo el tiempo hablando mal de alguien. Se dedican a contaminar el ambiente laboral.
¿Cómo tratarlos?
Sarah Trota, experta independiente en RH de Reino Unido considera que “el comportamiento perturbador debe ser cortado de raíz”. Ella considera que las empresas deben trabajar duro para prevenirlo y buscar la felicidad entre sus empleados.
“las empresas deben fomentar una cultura donde los empleados sean capaces de expresar sus puntos de vista de una manera constructiva”
Para que un empleado se pueda acercar directamente a un directivo es importante que exista confianza por parte del director, así será más fácil contar quién es la persona que está dañando el ambiente laboral.
