El mercado de los bonos verdes crece con rapidez y hasta ahora se ha convertido en una fuente importante de capital para proyectos que ayudarán a la economía global para mitigar el cambio climático.
Pero el proceso no ha sido fácil. El primer bono verde fue de 600 millones de euros y fue emitido en julio de 2007, pero después no hubo más.
Seis años después, la emisión de bonos verdes empezó a incrementar, llegando a un monto de 10 mil millones de dólares por año. Aunque en otra perspectiva, este monto es una cantidad pequeña, comparando con el mercado global de bonos.
Sin embargo, diez años después el mercado de capital ha crecido de una manera considerable.
En 2016 se juntaron más de 90 mil millones de dólares mediante bonos verdes, más del doble que en 2015. Esto incluye el primer bono verde soberano, que fue emitido por Polonia por una cantidad de 750 millones de euros.
Al iniciar el 2017, Francia emitió un bono verde a 22 años por 7 mil millones de euros, todo un momento importante en el desarrollo de los bonos verdes en términos de su tamaño y su tiempo de plazo.
De acuerdo con EF, algunos emisores no están convencidos de que el trabajo y costo extra que conlleva la certificación verde traiga consigo beneficios a largo plazo.
A pesar de eso, se avanza en la estandarización y monitoreo. Standard & Poor’s lanzó hace poco una herramienta diseñada para evaluar si el bono verde emitido en realidad lo es y si lo es, qué tan verde es.
¿Qué son los bonos verdes?
Los bonos verdes son instrumento con los que se obtienen recursos exclusivos para financiar o refinanciar proyectos verdes como:
- Generación de energía renovable, incluyendo construcción, operación y mantenimiento de proyectos eólicos, solares, geotérmicos, mareomotrices e hidroeléctricos.
- Mejoras en edificios existentes, incluyendo mejoras en consumo de agua y energía.
- Eficiencia energética en industria para mejoras en tecnología, procesos, equipos e instalaciones para reducir el uso de energía y emisiones contaminantes. Puede incluir cogeneración, reciclaje, uso de calor residual.
La emisión de estos bonos verdes puede ser de parte de cualquier entidad con una calificación crediticia como banca de desarrollo, banca comercial, corporativos, gobiernos locales y el gobierno federal, a través de un bono verde soberano.
Los bonos verdes surgieron como medida para que todo gobierno de cualquier parte del mundo pueda obtener recursos que les permitan desarrollar proyectos a favor del medio ambiente.
Mejoras en edificios existentes, incluyendo mejoras en consumo de agua y energía; eficiencia energética en industria para mejoras en tecnología, procesos, equipos e instalaciones para reducir el uso de energía y emisiones contaminantes. Puede incluir cogeneración, reciclaje, uso de calor residual.