Así como las mujeres sufren de acoso y abuso sexual, esta situación también la pasan los hombres.
Casi siempre que se habla del tema de la violación, pensamos que el agresor es hombre y la víctima es una mujer, pero no siempre es así.
En la actualidad también es común hablar de intento o violación hacia un hombre por parte de una mujer o también de una persona del género masculino.
Un ejemplo claro de esto es Stephen Kigoma quien fue víctima de violación hace seis años, en medio del conflicto interno en la República Democrática del Congo.
Stephen Kigoma quiere que los hombres que han sido violados salgan a contar sus testimonios y dejen de esconderse.
«Durante mucho tiempo escondí el hecho de que yo era un hombre que había sido violado. No podía abrirme a hablar del tema, es un tabú», dijo Kigoma.
«Como hombre, no podía llorar. La gente me iba a decir que era un cobarde, que era débil, que era estúpido”.
En su casa, ubicada en la localidad Beni, fue asaltado por varios hombres y fue ahí que ocurrió la violación.
Stephen relata que el arma que utilizaron para silenciarlo y que así no dijera nada ante las autoridades, fue que mataron a su padre, después lo violaron y le dijeron: “Eres un hombre, ¿cómo vas a decir que te violaron?”
Días después un fisioterapeuta lo trató por un problema de espalda y notó que las heridas todavía estaban allí tras la violación, de acuerdo con BBC.
Fue así, que comenzó a visitar a un médico especialista en la atención de víctimas de violencia sexual. Kigoma era el único hombre en la sala de espera.
«No me sentía cómodo. Estaba en un terreno al que no pertenecía. Y además tenía mucho miedo de explicarle al doctor cómo había ocurrido»
A través de la ONG Refugee Law Project, ubicada en Kampala, la capital de Uganda, Kigoma logró recibir atención psicológica, donde además, se encontró con otros seis hombres en su misma situación.
Entonces fue que aquellos hombres y él, se dieron cuenta que no eran los únicos en pasar por esa situación.
¿Y … las autoridades?
En Uganda, casi el 20% de las mujeres que están en la población han sido violadas, de acuerdo con una investigación de la ONG Refugee Law Project, en una investigación sobre violencia sexual entre los sudaneses refugiados en el norte de Uganda.
También, la investigación sirvió para saber que el 4% de los hombres había denunciado ser víctima de violación, por lo que es un porcentaje muy mínimo.
“La principal razón por la que tan pocos hombres hablan sobre el tema es que muchos piensan que deben evitar mostrarse vulnerables, que deben buscar venganza. Si permitieron la violación, creen ellos, es porque son homosexuales», le dijo a la BBC Chris Dolan, el director de Refugee Law Project.
Por si fuera poco, al momento de realizar una denuncia por violación masculina, existen muchos problemas legales al llevarla acabo.
La Corte Penal Internacional estableció en el estatuto de Roma que existe una definición amplia que incluye a mujeres y hombres en el tema de violencia sexual.
“Sin embargo, en la legislación local, la definición de violación está limitada a la penetración de la vagina por el pene. Eso significa que si un hombre quiere adelantar un proceso criminal, lo que él denuncia como violación es simplemente un asalto sexual»
«Hay un problema grande en la criminalización de los abusos con personas del mismo sexo: todo se centra en la penetración del cuerpo y no en la falta de consentimiento».
Vivir en Uganda puede ser difícil para los hombres que son víctimas debido a que los actos homosexuales se consideran ilegales y no siempre es lo mejor reportar una violación masculina.
Cuando Kigoma decidió pedir ayuda a las autoridades, estas le dijeron que cualquier cosa que tenga que ver con penetración de un hombre a otro hombre se trataba de un tema de homosexualidad, y no de violación masculina.
«Si le pasa a una mujer, ellos la escuchan, la tratan y la cuidan, hasta le dan una voz. Pero, ¿qué ocurre cuando lo mismo le pasa a un hombre? Agregó Kigoma.
En 2016, Uganda se convirtió en el país que acogió el mayor número de refugiados en el mundo y ha sido elogiado por ser uno de los países más abiertos en esta materia.
